miércoles, 19 de enero de 2011

Conocer el cerebro clave para la felicidad

El investigador Carlos Belmonte afirma que conocer el cerebro es "crítico" para "introducir" un elemento de felicidad en la sociedad importante, un conocimiento que llegará a ser, cree, del cien por cien, lo que ahondará en la prevención de patologías y cambiará la percepción de conceptos como la libertad.

"Hemos progresado más en los últimos 50 años de lo que se había aprendido en los 10.000 anteriores sobre el cerebro", señala Belmonte en una entrevista con la Agencia EFE, en la que remacha que desde Santiago Ramón y Cajal hasta ahora "ha sido explosivo".

Este investigador, fundador del Instituto de Neurociencias en Alicante y, entre otros, Premio Nacional de Investigación 2008, advierte, no obstante, de la complejidad y heterogeneidad de este órgano, y no se atreve a establecer un porcentaje sobre cuánto se conoce ya del cerebro y cuánto queda por explorar.

Este científico admite que más que miedo a seguir ahondando en el conocimiento del cerebro, lo que existe es miedo a la posible manipulación de ese conocimiento, ya que: "nosotros somos nuestro cerebro y cualquier sistema que modifique el funcionamiento del cerebro cambia profundamente la conducta humana".

En este sentido, Belmonte explica que la manipulación cerebral se puede realizar a través de la estimulación eléctrica, química y genéticamente.

Sobre esto último, afirma que, por ejemplo, la inteligencia general se hereda de los padres y si se manipulan los genes, "lo que hoy en día es posible en ciencia", se podría modificar la expresión de esos genes y consecuentemente el resultado final.

Para este investigador, todo tiene un "profundo componente ético y el gran desafío" del conocimiento del cerebro es el dilema o dilemas éticos que puede plantear.

Sin embargo, Belmonte confía en el criterio de la sociedad, cada vez más basada en el conocimiento, de la que dice ya ha demostrado ser muy sensata.

Según detalla, el 50 por ciento de la prevalencia de las enfermedades en la Unión Europea están vinculadas al cerebro y patologías como la depresión la tiene el 10 por ciento de la población a lo largo de su vida en un momento u otro.

Se trata de enfermedades que producen grandes sufrimientos sociales, familiares e individuales, de ahí la importancia de conocer el cerebro, de "introducir un elemento de felicidad".

Este científico, sin embargo, cree que lo más importante de la investigación cerebral es cómo puede ayudar a entender mejor la conducta humana y "montar una sociedad basada en elementos reales".

"Las posibilidades de que el conocimiento del cerebro cambie algunos valores sociales son muy altas", asevera Belmonte.

Hay determinadas conductas patológicas que están vinculadas a lesiones o mal funcionamiento de zonas del cerebro, por lo que llegar a diagnosticar eso ayuda en las decisiones judiciales.

"Cada vez vamos a ir afinando más, cada vez vamos a poder distinguir más si un cerebro está en funcionamiento anormalmente, lo que será un elemento a tener en cuenta para decidir lo que se hace con esa persona -presunto delincuente- en la sociedad", declara.

En cuanto a la educación en la infancia, Belmonte calcula que en el cerebro hay un 50 por ciento derivado de la base genética y otro 50 que es la suma de diversos elementos, como la presencia de traumatismos o enfermedades.

Insiste en que no le preocupa tanto que se intente mejorar el cerebro más allá de lo que genéticamente se puede, sino "las posibilidades brutales que hay de estropear la herencia genética".

"Los genes tienen un programa y si ese programa se estropea los resultados son funestos", concluye Belmonte, quien cita el déficit alimentario o las conductas violentas como dos de las causas.

Fuente: larazon.es

sábado, 15 de enero de 2011

La neurología de la motivación

Aunque todavía no comprendamos exactamente el modo como ocurre, es muy probable que las distintas motivaciones pon­gan en marcha diferentes combinaciones de agentes químicos ce­rebrales. Sabemos que la amígdala alberga los circuitos cerebra­les globales de la motivación. En este sentido, el aprendizaje emocional que determina nuestras actividades preferidas, así como el repertorio de recuerdos, sentimientos y hábitos asociados a estas actividades, se halla almacenado en los bancos de memo­ria emocionales de la amígdala y en sus circuitos asociados.

Una frustración para los investigadores de la inteligencia artifi­cial que tratan de construir dispositivos robóticos que puedan ver y oír como los humanos es que los ordenadores carecen de la guía que proporcionan las emociones porque, en ausencia de un banco de memoria emocional que nos ayude a reconocer inmediatamen­te lo que más importa -los datos que despiertan nuestros senti­mientos-, los ordenadores carecen de la clave más importante y otorgan el mismo valor a todo lo que ven y oyen, con lo cual son incapaces de elegir lo que más importa en un determinado mo­mento. Los ordenadores carecen, en suma, de la orientación que nos proporcionan nuestras emociones y nuestras motivaciones.

Nuestros motivos dirigen la conciencia hacia las oportunidades que más nos interesan. La amígdala forma parte de una especie de “puerta neurológica” que debe atravesar cualquier cosa que nos in­terese -que nos motive- en función de su valor como incentivo, una especie de distribuidor de nuestras prioridades vitales.

Las personas que padecen enfermedades o traumas cerebrales que les privan de la amígdala (pero dejan intacto el resto del cerebro) experimentan un trastorno motivacional. Son incapaces de distinguir entre lo que les importa y lo que les resulta irrelevante, entre lo que les mueve y lo que les deja fríos, en cuyo caso, todos los actos pasan a tener la misma importancia emocional y, en consecuencia, todo se vuelve neutro. 

El resultado es una apatía paralizadora o una entrega incondicional e indiscriminada a todos nuestros apetitos.

Los circuitos nerviosos de la motivación -la brújula que nos ayuda a movernos por la vida- están ligados a los lóbulos pre-frontales, el centro ejecutivo del cerebro que proporciona el con­texto y la adecuación necesaria a los impulsos de la amígdala. La región prefrontal alberga una serie de neuronas inhibitorias que pueden vetar o adaptar los impulsos procedentes de la amígdala, agregando una dosis de cautela al circuito neurológico de la mo­tivación. Así pues, mientras que la amígdala nos impulsa a ac­tuar, los lóbulos prefrontales quieren saber antes de qué se trata.

Los trabajadores “estrella” se caracterizan por tres competen­cias motivacionales fundamentales:

• Logro: El impulso que nos lleva a mejorar o descollar
• Compromiso: La capacidad de asumir la visión y los objeti-
vos de la organización o el grupo
• Iniciativa y optimismo: Competencias que movilizan a las
personas para aprovechar las oportunidades y superar los contratiempos

sábado, 8 de enero de 2011

Nuestro tipo de personalidad y caracter se definen desde el momento de nacer

http://www.todointeresante.com/2009/04/nuestro-tipo-de-personalidad-y-caracter.htmlNuestro tipo de personalidad y caracter se definen desde el momento de nacer


La personalidad , ... esos aspectos y características que nos distinguen a cada individuo, suma de pensamientos y sentimientos que persiste en el tiempo, condiciona nuestro comportamiento y situaciones ... , según parece, nos vendría definida, en parte, por la forma de nuestro cerebro ...
Diferentes estudios llevados a cabo por las Universidades de Parma en Italia y la de Washington en St. Louis, EEUU,Nuestra personalidad viene marcada y predeterminada en el momento de nacer, dependiendo de nuestra estructura cerebral ... para realizar estas investigaciones, se estudiaron los cerebros de 85 personas cuyos cerebros habían sido previamente clasificados en las 4 categorías básicas de personalidad y se utilizó un tipo de escaner cerebral avanzado capaz de notar diferencias en el volumen cerebral con una exactitud de hasta un milímetro cúbico … descubriendo que existe una relación directa entre la personalidad del individuo y el tamaño de áreas muy específicas dentro del cerebro ... el meticuloso estudio parece indicar que nacemos con una personalidad predestinada y que estaría relacionada directamente con la forma o estructura de nuestra cabeza, aunque tambien es posible condicionar esta personalidad según se nos va formando el craneo, mientras vamos creciendo …
Conocer la futura o actual personalidad de una persona sería posible escaneando su cerebro y compararlo a los 4 tipos o patrones de personalidad e identidad personal definidos por los psicólogos, ...
y que se definen así:
1. Los Busca-Novedades, que son caracterizados por tomar acciones impulsivas, temperamentales.
2. Los Evita-Daños, caracterizados por el pesimismo y la timidez, estar en un segundo plano.
3. Los Dependientes de Recompensas, que tienen personalidades adictivas y dependientes.
4. Los Persistentes, que son personas industriales, metódicas, que trabajan duro y perfeccionistas ... Vía: nzherald

las zonas y funciones del cerebro, herencia y personalidad en imagen

La siguiente imagen ha sido generada mediante HARDI (High Angular Resolution Diffusion Imaging, Difusor de imágenes de alta resolución angular); una nueva técnica que permite mejorar sustancialmente las imágenes obtenidas mediante resonancia magnética, llegando a monstrar incluso las conexiones entre las diferentes áreas del cerebro ...
... Lo mas sorprendente del estudio científico aplicado a esta imagen es que, para cada áera del cerebro, indica en que porcentaje su estructura viene determinada por los genes, hallandose la siguiente proporción :
Lóbulo Parietal: Su estructura viene determinada por los genes en un 85% ... Esta zona del cerebro es la encargada del pensamiento espacial y de las habilidades lógicas y matemáticas ... Cuerpo calloso: Excepto en las áreas vinculadas al habla, su estructura viene determinada al 100% por los genes ... Esta zona se encarga de comunicar los dos hemisferios del cerebro ... Lóbulo frontal: Definido por los genes en un 65% ... En esta zona reside la personalidad ... Lóbulo temporal: Definido por los genes en un 45% ... En esta zona reside la memoria y la capacidad de aprendizaje ...
Cortex visual: Definido por los genes en un 76% ... Esta zona controla la visión ...

El resultado demuestra que nuestras habilidades lógicas y matemáticas se heredan en gran parte, con una proporción del 85% y que nuestra personanildad también se transmite en herencia en un 65% ... aunque siempre resultará evidente que somos el resultado de nosotros mismos, de nuestras experiencias y capacidades aprendidas a lo largo de la vida ...

La Pobreza es un componente más importante que la genética en el bajo rendimiento.


En el blog de J.J. Brunner me encuentro con el siguiente artículo que he intentado traducir para luego comentar:
Los investigadores buscan comprender cómo la pobreza altera el cerebro
Por RICHARD MONASTERSKY
Un estudio respecto del cerebro de los niños pobres revela que desarrollan sus sistemas neurales de diferente forma que las de otros niños. Un hallazgo que, en potencia, señala el camino hacia la creación de métodos para el mejoramiento de los efectos de la pobreza en el logro académico.

“Crecer pobres es malo para el cerebro, eso lo hemos sabido desde hace mucho tiempo”, -dice Martha J. Farah, directora del Centro de Neurociencia Cognitiva en la Universidad de Pensilvania-. “Lo qué hay de nuevo es que los neurocientíficos han empezado a tratar de entender este problema”, dijo la semana pasada en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.
Durante generaciones, los psicólogos han observado que los niños criados en la pobreza, obtienen resultados más bajos, al realizar pruebas cognitivas, en promedio, que los estudiantes de familias más pudientes. Algunos investigadores han tomado los resultados que sostienen que la inteligencia está determinada en su mayor parte por la genética, y que ciertas razas son inherentemente más inteligentes que otras.
Pero los nuevos resultados de las neurociencias indican que la experiencia, sobre todo en quienes son criados en la pobreza, tiene un fuerte efecto en la forma en que funciona el cerebro. “No es un caso de malos genes”, dijo la Sra Farah.
Ella y sus colegas han investigado la cuestión tratando de conocer qué aspectos específicos de la pobreza alteran las competencias cognitivas, como la memoria, el lenguaje y la capacidad de retrasar la recompensa (signo evidente de madurez). Los investigadores estudiaron un grupo de niños afroamericanos de nivel socioeconómico bajo, que fueron rastreados desde el nacimiento hasta la escuela de alta graduación por Hallam Hurt, un pediatra en Penn.
A través de los años, el equipo del doctor Hurt ha evaluado el hogar de los niños, hubo seguimiento de cómo se alimenta la familia, y las costumbres intelectualmente estimulantes de los hogares como, por ejemplo, si los niños tienen acceso a libros y visitan los museos.
Así fue que los investigadores del grupo de control de los 110 niños, se dieron cuenta de que las competencias cognitivas particulares estaban vinculadas con algunos aspectos del medio ambiente. Los niños con mejores habilidades lingüísticas tenían más probabilidades de provenir de hogares intelectualmente estimulantes, no importando cómo fueron alimentados. Las Habilidades de memoria, sin embargo, coinciden con los niveles de cuidado en el hogar, informó Sra Farah, que publicará sus resultados en un próximo número de Desarrollo de la Ciencia.
Efecto de la Nutrición sobre el Cerebro
Para probar por qué, los investigadores hicieron tests a los niños y encontraron que los estudiantes provenientes de hogares de acogida tienen, en general, hippocampos más grandes, la parte del cerebro que están asociadas con la formación y la recuperación de recuerdos. El descubrimiento anterior encaja con la investigación en roedores, que muestran cómo las ratas en un ambiente estresante desarrollan hippocampos más pequeños.
Los resultados del nuevo trabajo indican que “vale la pena hacer la intervención y los programas de prevención, porque claramente mucha de la acción en este caso es la experiencia,” dijo la Sra Farah. “Esto subraya el hecho de que estos fenómenos son el resultado de los entornos adversos”.
En la reunión de la Asociación de la Ciencia, Courtney Stevens, investigador asociado postdoctoral en la Universidad de Oregon del Laboratorio de Desarrollo Cerebral, describe los experimentos realizados respecto de los efectos cognitivos de la pobreza. En un estudio, los investigadores pusieron una red de electrodos en la cabeza de los niños para medir sus ondas cerebrales. Los niños estaban sentados mientras dos narradores de juego contaban dos historias diferentes. Se les pidió que prestaran atención a sólo uno de los cuentos.
Los niños escucharon idénticos estímulos de distracción y ruido procedente de cada uno de los oradores. El cerebro de los niños, en tanto, respondió de forma diferente a los mismos ruidos, en función de si provenían de los lados que debían escuchar o ignorar. Es casi como si el cerebro tuviera un control de volumen, que le permite enfocarse en lo que está escuchando, dijo Stevens.
Sin embargo, el estudio reveló que los estudiantes de familias de bajos ingresos son menos capaces de eliminar los ruidos incorporados en las historias que se suponía que iban a pasar por alto.
Los estudiantes en el grupo de ingresos más altos, sin embargo,“captaron mejor por su control de volumen”, dijo. “Sus cerebros fueron capaces de hacer una mayor distinción entre lo que ellos estaban tratando de escuchar e hicieron caso omiso de lo dicho por el otro referente”.
Con estos resultados y otros que sugieren que las habilidades cognitivas están fuertemente influenciadas por el medio ambiente, el equipo de Oregon busca el desarrollo de programas de intervención para tratar de contrarrestar los efectos de la pobreza. En la reunión, Courtney describe un programa experimental que ha demostrado éxito inicial.
Programa de intervención de los padres -
El programa, desarrollado por Jessica Fanning, estudiante de doctorado en Oregon, entrena a los padres a mejorar sus habilidades de comunicación y les proporciona herramientas para mejorar el comportamiento de sus hijos, con el fin de reducir el estrés en el hogar. Para probar su programa, la Sra. Fanning recluta familias para un programa de “Head Start”.
Ella encontró que después de ocho sesiones semanales con los padres, había menos estrés en el hogar, y sus hijos realizaron significativamente mejor las pruebas de conocimientos de idiomas, inteligencia no verbal, memoria y atención.
Los investigadores han probado hasta la fecha sólo 14 niños de bajos ingresos y 14 controles. Hacen un seguimiento de los niños para ver si los efectos persisten. “Al final del día, lo que no importa es que se encuentren a 5 puntos de diferencia en el CI“, dijo Stevens. “Nos preocupamos si esta medida si se va a traducir en algo persistente y útil.”
Si bien muchos de los investigadores en la reunión apoyaron la hipótesis de que el estatus socioeconómico juega un papel importante en el desarrollo del cerebro en que afectan a los niños, Mabel L. Rice, directora del programa doctoral en lenguaje infantil de la Universidad de Kansas, describe un nuevo estudio que va en contra de la hipótesis planteada, al menos en el caso de los principios de habilidades verbales. En 1766 pruebas aplicadas a los niños en Australia, la señorita Rice y sus colegas no encontraron correlación entre las habilidades verbales de los niños a los 24 meses de edad y la de situación socioeconómica o los niveles de educación de sus padres.
“La conclusión es que no queremos asumir más firmemente que los niños pobres no están en condiciones de adquirir vocabulario temprano”, .
La señorita Rice y otros tres investigadores informaron de sus resultados en diciembre en la revista Journal of Speech, Language, Investigación y Audiencia.

La genética de los padres y el cerebro

Hasta hace poco tiempo se pensaba que los genes provenientes del padre o de la madre, tenían igual valor para la expresión en el hijo. Ahora se sabe que hay genes que predominan, ya sea del padre o de la madre. Mas aun, pareciera que los genes de la madre favorecen el desarrollo de la inteligencia, mientras que los del padre predominan en las emociones y los instintos.
Cuentan que una hermosa actriz se acercó una vez a George Bernard Shaw y le dijo: "Si nosotros nos uniéramos y tuviéramos un hijo seria muy notable, ya que se uniría mi belleza a su talento". Bernard Shaw, denegó la oferta por ser muy riesgosa y contestó en forma muy irónica: "podría heredar mi físico y su inteligencia". Sin duda que la respuesta fue vanidosa, pero a la luz de las experiencias actuales parece que tenía mucha razón. Trabajos recientes en ratas, sugieren que los genes de la madre juegan un rol predominante en el desarrollo de la parte del cerebro relacionado con la inteligencia. En cambio los genes del padre predominantemente se expresan en los aspectos emocionales e instintivos.

Si los hallazgos relatados en ratas se extrapolan a los seres humanos, quiere decir quelas mujeres que solicitan espermios de un Premio Nobel para un embarazo in vitro y así tener un hijo muy inteligente, cometen un error. Del mismo modo que los hombres que desean tener hijos inteligentes, cometen también un error al seleccionar a sus esposas por su aspecto físico y no por su inteligencia.

En cada una de nuestras células los genes están por pares, uno de parte de la madre y elotro por parte del padre. Sin embargo la expresión de ellos, no siempre es proporcional. Elhecho es que hay genes que producen una "impresión" (imprinted) preponderante. Es decir, de cada par de genes se expresa preponderantemente el gene "impresor", que puede provenir del padre o de la madre, mientras que su homólogo permanece silencioso. Es así como en el hijo, predominan unos sobre otros. Algunos genes impresores se expresan sólo si vienen de la madre, estando en cambio silente el homólogo que proviene del padre. Otros genes impresores, operan en la forma opuesta y se expresan sólo si provienen del padre.

EL CEREBRO DE MI HIJO

EL CEREBRO DE MI HIJO   
Fuente Revista . Hacer Familia
La importancia de cuidarse en el embarazo
En los primeros cinco meses de gestación, surgen 100 mil millones de neuronas que empiezan a interconectarse. Nace el órgano más misterioso del cuerpo humano
 
Hay que reconocer que muchos padres hoy sienten en ocasiones, igual que ese hombre desde la historia , ganas de investigar en el cerebro de sus hijos, a ver si logran encontrar la respuesta a preguntas como ¿por qué no aprende? o ¿qué lleva a mi hijo adolescente a beber sin control?
Hoy se sabe bastante acerca del cerebro humano y los avances de la neurociencia han permitido describir áreas, neuronas, relaciones entre ellas y sus consecuencias en la vida de ese ser humano... Pero el misterio total aún no puede ser develado.
Porque cualquier padre se da cuenta de que su hijo es único, mucho más que un “saco de neuronas” y que su cerebro y mente todavía esconden secretos que los especialistas luchan por explicar.
Importante el medio externo para desarrollar  lo genético
Existe acuerdo en que el órgano cerebral es sorprendentemente plástico, flexible, dinámico y que su desarrollo es un proyecto que dura toda la vida. Hay certeza de que necesita alimento, experiencia y estimulación para formarse y crecer. Y en esos tres puntos los padres y los profesores tenemos una enorme responsabilidad.
¿CÓMO FUNCIONA EL CEREBRO?
* El cerebro de cada niño llega a este mundo a medio hacer. Incluso aquello que lo diferencia de los demás mamíferos convirtiéndolo en un ser humano -habilidades lingüísticas, control de emociones, pensamiento lógico, conciencia-  se desarrolla a partir de su nacimiento (corteza prefrontal y frontal).

60% es genético y 40% ambiental
* Según expertos, el cerebro trae una estructura determinada, aproximadamente en un 60%, por la herencia genética. El 40% restante depende de la influencia ambiental. El cerebro ofrece así una plataforma sobre la que se inserta lo que viene desde afuera. La experiencia, todo lo que no es sistemático en la vida de un niño, por ejemplo, jugar con agua y la estimulación, a través de un mediador  (papá que lee un cuento, mamá que consuela), dejan huella.

La formación de redes sólidas
* Esta plataforma básica crece en el tiempo: según avanza el desarrollo de un niño, en su cerebro se irán abriendo “ventanas” o procesos madurativos específicos. Durante estos períodos se pone en marcha información genética que hace que las neuronas del cerebro se interconecten hasta formar redes sólidas, que le permitirán ir desarrollando habilidades básicas que, a su vez, se convertirán en los cimientos de la siguiente. Una guagua muy comunicativa -gorjea, sonríe, patalea- que desarrolla su habilidad verbal al año y medio, es seguro que llegará a poseer una gran aptitud de expresión. Por el contrario, a un niño autista, la aparición del lenguaje no le servirá de mucho, pues no posee la capacidad comunicativa previa. Funciona igual que una cadena: cada eslabón debe estar sólidamente forjado para sostener al siguiente.

Son tres, los eslabones adecuados
* Esas “ventanas” que se abren en la historia de cada cerebro son momentos especialmente aptos para recibir experiencia y estimulación: en conjunto, los tres, conseguirán forjar una habilidad.
Verdaderas huellas afectivas o emocionales
* Hasta hace poco se creía que cada habilidad y talento tenían un sitio específico en la estructura cerebral; hoy se sabe que sólo existen áreas cerebrales que se encienden en momentos determinados. Así, si un hombre mira a una mujer que le recuerda a su novia, en su cerebro se activarán ciertas áreas, pero si observa a otra que no le evoca nada, se encenderán zonas distintas.
En cifras: no todos vienen iguales Un 75% de los niños viene programado genéticamente para desarrollarse armoniosamente. Un 5% registra algún tipo de daño cerebral y en un 20% el cerebro se desarrolla en forma más lenta: necesitan apoyo especializado, estímulos específicos o rehabilitación.
La Pregunta¿Por qué hay personas más inteligentes que otras?Porque nacieron con un talento específico, codificado genéticamente, que se desarrolló en el tiempo con la estimulación y la experiencia adecuadas. A lo anterior se sumó:

1. Que se produjo la necesaria fase madurativa en su cerebro (se abrió la “ventana”  para que ingresara lo exterior).

2. Que la estimulación y la experiencia recibidas  transformaron ese talento en una aptitud. Así, una persona dotada de un gran talento verbal, si no recibe estímulo (que alguien le enseñe un segundo idioma) o la experiencia necesaria (nacer en una familia bilingüe), probablemente nunca aprenda una segunda lengua.
La PolémicaEntre los estudiosos del cerebro existen dos tendencias: aquéllos que sostienen que la plataforma cerebral de un niño está configurada principalmente por la herencia genética, a la que se añadiría después la experiencia y la estimulación, y los que piensan que el cerebro es una página en blanco sobre la que escribirán ambas. Se opina que el debate se resuelve al considerar que existe una relación circular entre el cerebro, el ambiente y la conducta a través del tiempo.
LAS ÁREAS CEREBRALES

Área Fronto temporal Izquierda

-Madura entre los seis meses y la pubertad.
-Al servicio de los lenguajes proposicionales (secuenciales).
-Es el sustrato de las habilidades lingüísticas.
-Archiva la memoria verbal y simbólica.
-Al servicio de la cultura y del mundo conceptual.
-Es estimulada por la charla, las lecturas, la interacción verbal.
Área Prefrontal izquierda

Foto Icarito La tercera
-Madura entre los seis años y la pubertad.
-Continúa madurando después de los 18 años.
-Administra los recursos intelectuales y emocionales.
-Al servicio del razonamiento inductivo, la reflexión y la sabiduría.
Área Prefrontal Derecha
-Madura entre el cuarto mes intrauterino y los dos meses.
-Habilidades comunicativas: mirar al interlocutor. Decodificar las claves paraverbales. “Leer” gestos, expresiones faciales. Reconocer al otro a través del tacto, olfato etc.
-Esta área es estimulada por el contacto afectivo y las prácticas de apego.
Área Témporo Parieto Occipital Izquierda

-Comienza a madurar a los cinco años.
-Asiento de la lectura. Estimulada por el material gráfico simbólico: letras, números, notas musicales.
-Al servicio de la cultura y del mundo conceptual.
-Es estimulada por la charla, las lecturas, la interacción verbal.
Sistema Límbico
-Comienza a madurar antes del nacimiento.
-Es el asiento de la ansiedad, de los impulsos, del estado de ánimo, de la capacidad de disfrutar, de las emociones (amígdala), de la memoria (hipocampo).
-Continuamente programada por las expe-riencias.
Cerebelo

-Comienza a madurar a los dos o tres años y se extiende hasta después de la pubertad.
-Tiene funciones motrices (coordinación de los movimientos, precisión, equilibrio postural).
-Participa en las funciones de secuenciación.
-Modula las emociones.
¿CÓMO ESTIMULAR EL CEREBRO?Igual que en los clásicos cuentos infantiles, cada niño viene a este mundo con un potencial determinado: su cerebro trae una plataforma genética heredada de sus padres y talentos específicos que se desarrollarán si es que son adecuadamente estimulados. Algunos, incluso, poseen un don sobresaliente que si se detecta y estimula oportuna, sistemática y acertadamente los puede llevar a destacar por encima de lo normal.
Genes mas lentos: requieren del apoyo adecuado 7 al 10%
El 75% de los seres humanos nace con suficientes talentos como para desarrollarse bien. Entre un 7 y un 10% posee genes de desarrollo muy lento -son los “clientes frecuentes” de los psicopedagogos y fonoaudiólogos- que los lleva a acumular “rojos” en sus libretas de notas y que necesitan apoyo especializado y cariño dedicado. Alrededor de los 15 años este grupo alcanza un desarrollo cerebral bueno.

Además, están aquellos (3 a 5%) que  poseen genes con información de desarrollo temprano de las áreas cerebrales responsables del lenguaje oral y escrito, lo que los convierte en lectores ávidos y precoces, con una enorme habilidad verbal, imaginativos y creativos. Y, finalmente, (10 a 15%) los que independiente de la información genética, tienen sutiles alteraciones de las áreas cerebrales que participan en el lenguaje, producidas por agentes adversos (información genética equivocada, micro hemorragias...), que dificultan su desarrollo.

Todos ellos, más allá de las cifras, tienen un padre y una madre que quieren que el día de mañana sean hombres y mujeres capaces de desenvolverse en la vida y de superar los obstáculos que necesariamente van a encontrar. Y eso se logra conociendo a cada niño, buscando los talentos específicos que trae y estimulando lo mejor posible sus dones naturales.
¿Cómo? Ésta es la propuesta de Hacer Familia, asesorada por los especialistas antes citados.
1. Formar Hábitos con Sentido
Cualquier talento -desde tocar flauta hasta cocinar- se convierte en aptitud si se realiza la acción de una manera sistemática, con un cierto ritmo, superando la dificultad inicial. La neurociencia ha demostrado que las conexiones cerebrales establecidas por la repetición de actos son sólidas y permanecen. Nadie aprende a tocar flauta decentemente si practica una vez al año. “Todo es difícil hasta que se hace fácil” y se hace fácil, cuando se adquiere el hábito. En el proceso, además, se fortalece la voluntad, necesaria para resistir la etapa ardua del aprendizaje y superar obstáculos. Formar hábitos con sentido -con la motivación adecuada- es un pilar del desarrollo cerebral.
2. No hay Estimulación Eficaz sin Motivación
Ésta es la tecla que enciende el cerebro. Por ejemplo, para retener algo en su memoria, un niño necesita darle un significado a aquello que debe memorizar. Se acordará de las capitales de los países de Europa si quiere sacarse una buena nota o si busca sorprender a su padre y competir con él sobre quién se las sabe mejor. De lo contrario, aprenderlas se puede convertir en una tarea de titanes.
Igualmente, disfrutará del cuento que le lee su madre si lo hace en un momento en que él está tranquilo, pero no servirá de nada si ella interrumpe un juego entretenido y lo fuerza a escuchar. Existen los llamados “instantes de aprendizaje” o “escenarios de aprendizaje” -la hora del baño, de acostarse- que permiten motivar al niño y darle eficacia a la estimulación.
3. La Motivación Entregada por un Mediador
Para que el cerebro empiece a funcionar es necesario que quien estimula sea una persona. El ideal es que ésta sea serena, cálida, firme, con sentido del humor y una enorme paciencia. ¿Quién aprende mejor? El que tiene un mediador con estas características. Por muy bueno que sea el último software que enseña inglés, es incapaz de sustituir al buen maestro. Este tipo de instrumento sólo es efectivo para reafirmar una habilidad ya desarrollada.
4. Nunca Estimular por Decreto
Los niños huyen de la estimulación obligada. Para ser eficaz hay que entusiasmar, involucrar al niño en el cuento, juego o canción; sólo así aprenderá. Desarrollar un talento y convertirlo en aptitud es siempre difícil, por eso quien media -padres, profesores- debe ayudarlo a pasar esa etapa ardua explicando el sentido de lo que hace o seduciéndolo con motivación.
La hora del cuento puede ser fascinante o una tortura. Dependerá de si es entretenida, si se permite al niño participar, si lo que se lee es adecuado para su edad, si se hace a una buena hora... La estimulación por decreto mata la motivación.
5. La Estimulación no se Compra
Una madre o un padre normal estimula día a día a sus hijos, los trata espontáneamente como personas, los mira a los ojos, se entienden incluso sin palabras y busca ayudarlos a obtener lo mejor de sus talentos. No hace falta comprar nada. Incluso se han hecho estudios que demuestran que las guaguas reaccionan negativamente a la estimulación exagerada; no reconocen a su madre cotidiana, se asustan y la rechazan.
6. El Ejercicio Físico Sistemático Desarrolla la Inteligencia
Mientras más se mueve un niño, es más fácil que desarrolle bien sus talentos y los transforme en aptitudes. La razón es que el cerebelo se activa con el movimiento y éste, a su vez, estimula la inteligencia.
De ahí la importancia de correr, saltar al cordel, andar en bicicleta. Y la necesidad de evitar que estén horas y horas frente al televisor o un videojuego. Un 60% de los menores de 12 años permanece entre 18 y 21 horas al día sin moverse. Por eso es imprescindible que en su hogar salgan a caminar o a jugar a la pelota con sus hermanos. La práctica sistemática de habilidades artísticas -tocar un instrumento, por ejemplo- también estimula el cerebelo.
7. Padres Ambivalentes, Hijos Inseguros
El niño que no puede predecir si sus padres lo van a apoyar y sostener, crecerá inseguro o se convertirá en insoportable para llamar la atención. Un padre ambivalente puede ser cariñoso e incluso dedicado, pero, por ejemplo, está de viaje para su Primera Comunión, o nunca es capaz de postergar un panorama entretenido por acompañar al niño a alguna actividad importante para él. Se puede ser gruñón, un poco cascarrabias o distraído, pero si el hijo sabe que sus padres nunca le fallan en lo que para él es vital, crecerá con una sana autoestima, básica para aprender.
8. Un Ambiente Equilibrado
El niño se desarrollará intelectual y emocionalmente de acuerdo a sus talentos en una familia estable, en la que los padres lo tratan como persona y en la que se establecen relaciones continuas y coherentes. Si hay “capacidad de mentalización” -habilidad que tienen los padres de comprenderse a sí mismos, a sus hijos y al mundo que los rodea- los niños crecerán seguros y darán mucho de sí.
Excelente articulo extraído Hacer Familia.
Periodista Isabel Larraín C.
Fotos Dr Pedro Barreda
Dr. Pedro Barreda