miércoles, 16 de diciembre de 2009
Su evolución sería mucho más acelerada que la de los humanos
16 Sep 2004 | TENDENCIAS CIENTÍFICAS
Los sistemas complejos se caracterizan fundamentalmente porque su comportamiento es imprevisible. En primer término, están compuestos por una gran cantidad de elementos relativamente idénticos. En segundo lugar, la interacción entre sus elementos es local y origina un comportamiento emergente que no puede explicarse a partir de dichos elementos tomados aisladamente. Por último, es muy difícil predecir su evolución dinámica futura; o sea, es prácticamente imposible vaticinar lo que ocurrirá más allá de un cierto horizonte temporal.
En la naturaleza se pueden encontrar una gran cantidad de ejemplos de sistemas complejos. Se pueden mencionar -entre otros- una célula, un cerebro, un organismo, una computadora, un ecosistema, una sociedad de insectos, un sistema inmunológico o una economía de mercado. Sin embargo, y a pesar de su gran diversidad y abundancia, se pueden identificar conductas dinámicas genéricas. Entre ellas, las leyes de crecimiento, la autoorganización y los procesos colectivos emergentes.
La mayoría de los sistemas complejos son inestables, se mantienen delicadamente equilibrados. Cualquier variación mínima entre sus elementos componentes puede modificar, de forma imprevisible, las interrelaciones y, por lo tanto, el comportamiento de todo el sistema. Así, la evolución de esta clase de sistemas se caracteriza por la intermitencia (o fluctuación), aquella situación en la que el orden y el desorden se alternan constantemente. Sus estados evolutivos no transcurren a través de procesos continuos y graduales, sino que suceden por medio de reorganizaciones y saltos. Cada nuevo estado es sólo una transición, un período de "reposo entrópico", en palabras del Premio Nobel ruso-belga Ilya Prigogine.
Auto-organización
El orden y el desorden se necesitan el uno al otro, se producen mutuamente; son conceptos antagónicos, pero, al mismo tiempo, complementarios. En ciertos casos, un poco de desorden posibilita un orden diferente y, a veces, más rico. Así, por ejemplo, un organismo puede seguir viviendo a causa de la muerte de sus células; o una organización se perpetúa gracias a la desvinculación de sus miembros.
La variación y el cambio son etapas inevitables e ineludibles por las cuales debe transitar todo sistema complejo para crecer y desarrollarse. Cuando esta transformación se consigue sin que intervengan factores externos al sistema, se hace mención a un proceso de "auto-organización".
La auto-organización se erige como parte esencial de cualquier sistema complejo. Es la forma a través de la cual el sistema recupera el equilibrio, modificándose y adaptándose al entorno que lo rodea y contiene. En esta clase de fenómenos es fundamental la idea de niveles. Las interrelaciones entre los elementos de un nivel originan nuevos tipos de elementos en otro nivel, los cuales se comportan de una manera muy diferente. Por ejemplo, entre otros, las moléculas a las macromoléculas, las macromoléculas a las células y las células a los tejidos. De este modo, el sistema auto-organizado se va construyendo como resultado de un orden incremental espacio-temporal que se crea en diferentes niveles, por estratos, uno por encima del otro.
Los sistemas autoorganizados se mantienen dentro del estrecho dominio que oscila entre el orden inmutable y el desorden total, entre la constancia rígida y la turbulencia anárquica. Es una condición muy especial, con suficiente orden para poder desarrollar procesos y evitar la extinción, pero con una cierta dosis de desorden como para ser capaz de adaptarse a situaciones novedosas y evolucionar. Es lo que se conoce -desde antaño- como "transiciones de fase", o -más modernamente- "borde del caos". Es en esta delgada franja en donde se ubican los fenómenos que edifican la vida y las sociedades.
Sistemas caóticos
Un "sistema caótico" es aquel que, a pesar de poseer reglas muy simples (a nivel local), puede tener un comportamiento inesperado, no predecible (a nivel global). Una de las singularidades que caracterizan a estos sistemas es que dependen mucho de las condiciones iniciales. Un insignificante cambio en ellas se amplifica y propaga exponencialmente a lo largo del sistema y es capaz de desencadenar -a futuro- un comportamiento totalmente diferente o, incluso, una imprevista catástrofe. Es decir, configuraciones iniciales casi idénticas, sometidas a influencias externas casi iguales, acaban transformándose en configuraciones finales muy distintas. Y es este el motivo por el cual es prácticamente imposible hacer una predicción del estado final de estos sistemas complejos.
Sin embargo, el caos no es más que un desorden solamente en apariencia, tiene muy poco que ver con el azar. Aunque parecen evolucionar de forma aleatoria y errática, estos sistemas tienen -en realidad- un cierto orden interno subyacente. Por eso, aun cuando son impredecibles, también son determinables. Esto significa que su estado futuro está determinado por su estado actual y obedece estrictas leyes naturales de evolución dinámica. Pero estos sistemas son tan irregulares que jamás repiten su comportamiento pasado, ni siquiera de manera aproximada. Como ejemplo se puede mencionar la dinámica de la atmósfera, las reacciones químicas, los fluidos en régimen turbulento, la propagación de enfermedades infecciosas, los procesos metabólicos de las células, el mercado financiero mundial, los movimientos de grupos animales (cardúmenes o enjambres), la arritmia del corazón, la red neuronal del cerebro humano, etc.
El caos parece formar parte de la estructura misma de la materia y está muy ligado a los fenómenos de auto-organización, ya que el sistema puede saltar espontánea y recurrentemente desde un estado hacia otro de mayor complejidad y organización. Un ejemplo típico es el agua que se desliza a través de una canilla en un goteo desordenado y, súbitamente, forma un chorro ordenado. Estos sistemas se caracterizan por su flexibilidad y adaptación (y, en consecuencia, por su estabilidad), lo cual les permite enfrentar las condiciones cambiantes e impredecibles del entorno.
Operan bajo una extensa gama de condiciones, ya que parecen estar formados por una compleja estructura de muchos estados ordenados, aunque normalmente ninguno de ellos se impone sobre los demás (a diferencia de un sistema ordenado, que presenta un único comportamiento). Por lo tanto, se puede controlar su evolución con ínfimas correcciones, a fin de forzar la repetición de ciertas trayectorias. En otras palabras, si se los perturba adecuadamente, se los puede obligar a que tome uno de los muchos posibles comportamientos ordenados.
Vida artificial
La vida se constituye en el ejemplo más acabado de estructuras muy complejas que surgen a partir de estructuras mucho más simples. Se trata de una propiedad emergente, resultado de la interacción entre sus elementos y de la dinámica propia del sistema. En efecto, cualquier forma de vida es -en esencia- un sistema altamente complejo, que exhibe una elevada organización y se sitúa en el borde del caos. Entre sus características definitorias, se pueden incluir su capacidad para: la autorreproducción, el almacenamiento de información, el crecimiento, la adaptabilidad (al entorno), la interdependencia (con otras formas de vida) y la evolución.
La "Vida Artificial" es un campo del conocimiento muy joven (nació a fines de 1987) que tiene como objetivo el desarrollo de sistemas artificiales que muestran las características distintivas de los sistemas vivos naturales. De acuerdo con Christopher Langton -"padre" de esta disciplina- es "el estudio de la vida natural, donde ‘vida’ se entiende que incluye, más bien que excluye, a los seres humanos y sus artefactos". Investiga algunos procesos que transcurren a diferentes niveles (molecular, celular, orgánico, social-evolutivo), y su aspecto más abarcativo incluye desarrollos meramente teóricos, experimentos biológicos y químicos, y simulaciones sobre computadoras. La importancia de su estudio radica en que los sistemas naturales constituyen excelentes fuentes inspiradoras para el desarrollo de la tecnología. En efecto, el biológico es un modelo muy optimizado que ayuda al ser humano a solucionar -con extraordinaria eficacia- muchos problemas complejos no convencionales que surgen de la interacción con el entorno.
La arquitectura básica de estos sistemas consiste en un abrumador número de "criaturas" relativamente simples, que forman densas redes de interacción y operan paralela y simultáneamente sin que exista un control central. Los comportamientos individuales no están programados implícitamente; los científicos sólo se limitan a darles un conjunto reducido de reglas de interacción que especifican lo que debe hacer cada una de ellas de acuerdo con la situación en que se encuentre. Nadie es capaz de saber con precisión qué actitud tomará cualquiera de ellas en un momento dado. Y, debido a que se verifica un fenómeno de emergencia de alto nivel (es decir, inteligente) a partir de interacciones de bajo nivel (o sea, entre entidades no inteligentes), el conjunto puede resolver problemas que cada uno de sus individuos componentes es incapaz de realizar.
Amenazas
¿Puede el ser humano crear nuevas formas de vida? ¿Es imprescindible que sean de tipo orgánico para considerarlas como tales? Más específicamente, ¿puede considerarse como un ser vivo algo virtual, algo que carece de una existencia física? ¿Puede estar viva una entidad o un grupo de entidades que únicamente existe como una simulación computacional?
Es decir, si algo ejecuta complicados movimientos como un insecto y se comporta como tal, pero no tiene un cuerpo físico material, tangible, sino que adopta la forma abstracta de microcódigos de programación en el interior de una supercomputadora... ¿es un insecto? Y en el supuesto caso de que no lo sea, entonces ¿qué es? En otras palabras, ¿cómo exactamente debe comportarse algo -en este caso, una entidad- para que alguien -en este caso, una persona- pueda afirmar que está vivo?
Si bien este tipo de "vida virtual" (erigida a través de programas de computadora) quizás sea difícil de aceptar, ¿qué ocurre con la "vida seca", aquella formada por autómatas físicamente tangibles? Este concepto, ¿no se acerca más a la "vida húmeda", es decir, la compuesta por organismos biológicos? ¿Y qué pasará cuando la sinergia entre la ingeniería genética y la nanotecnología sea capaz de producir/engendrar nuevas y originales entidades?
Miles de millones de años de evolución natural produjeron un mundo donde la supervivencia y el bienestar de cada organismo está ligado -muchas veces fuertemente- al de innumerables especies. Todo está tan interrelacionado y delicadamente equilibrado que la muerte (o el nacimiento) de una especie puede causar devastadores efectos sobre algunas otras (a veces, muchas). Sin dudas, el dejar evolucionar libremente a estas "nuevas especies" dispare fantasías de descontrol, ya que podrían evolucionar -siguiendo reglas lamarckianas- mucho más rápido que los humanos, y quizás los condicionen como nunca antes…
viernes, 4 de diciembre de 2009
My DNA: ten tu fragancia con tu propio ADN
Por: Willy Klew @ jueves, 02 de agosto de 2007 Nota vista 3453 veces
La particular propuesta de una compañía británica permite que una persona pueda obtener un perfume realizado con su propio ADN ¿te interesa?
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Seguramente tu eres uno más de la gran mayoría de los mortales, de los que van a una tienda y compran su ropa, zapatos, porque no un DVD, y desde luego perfume. Pero si eres una persona que gusta de las cosas únicas, tal vez esta noticia sea para tí.
My DNA es un perfume obtenido a partir de tu ADN...Así de raro como suena. La idea de la compañía es que el cliente tenga algo único, distinto, y vaya si lo han logrado.
Aquellos que quieran un perfume de estos, lo que deberán hacer es dirigirse al sitio web de My DNA, y realizar la solicitud. En unos días les llegará por correo un kit para la estracción de saliva para la muestra.
Para obtener tu perfume deberás enviar de regreso la muestra de tu saliva, y con ella los científicos que trabajan en la compañía obtienen tu ADN. Y a través de el, en el lapso de una semana crean una fragancia personal. Muy personal...
Aunque el costo del perfume no es informado en el sitio web, si podemos decirte que costo inicial es de78 euros por el proceso de obtención del ADN y que se paga una única vez ya que luego esos datos son almacenados por la compañía.
Ya hemos visto como obtener música a través del ADN, o como construir nanocircuitos con el. Pero esta propuesta es distinta. My DNA realmente te ofrece algo único. Y cuando decimos único, realmente queremos decir MUY único, porque dudamos seriamente que alguien quiera pedirte prestado este perfume
jueves, 8 de octubre de 2009
Termino resilencia
Boris Cyrulnik nació en Burdeos en 1937 en una familia judía que desapareció en los campos de concentración nazis de los que él consiguió escapar con tan solo seis años. Finalizada la guerra, huérfano, inicia un camino errático por distintos centros y familias de acogida hasta que a los ocho años la Asistencia pública francesa le instala en una granja donde con la ayuda de unos vecinos descubre el lado afable de la vida. Pasados los años se hace neurólogo, psiquiatra y psicoanalista siendo uno de los fundadores de la etología humana.
Pero, ¿qué es la resilencia? Así es como apuntan Tomás Fernández Aúz y Beatriz Eguibar, los traductores de Los patitos feos, su significado:
El autor centra este trabajo en la versión psicológica del concepto de “resilencia”, palabra que el Espasa menciona como voz que usa la mecánica para indicar la “Propiedad de la materia que se opone a la rotura por el choque o percusión”, y que el Larousse define como “Índice de resistencia al choque de un material”. En este ensayo, resilencia equivale a “resistencia al sufrimiento“, y señala tanto la capacidad de resistir las magulladuras de la herida psicológica como el impulso de reparación psíquica que nace de esa resistencia.
Pensando en el proceso de educación de mis hijos he apuntado y reflexionado sobre las enseñanzas de este libro. Pero también lo he hecho sobre su impacto en un trabajo como el mío en el que sólo se pueden considerar un éxito el 29% de los proyectos (ver: Reglas para el éxito en los proyectos de TI). En 1998, trabajando con un cliente en Buenos Aires, me contaron que en el proceso de selección de candidatos para el departamento de informática incluían un test para evaluar la resistencia a la frustración, o lo que es casi lo mismo, su nivel de resilencia y me pareció tan lógico que sigo sin entender que no se utilicen más estas herramientas para la selección en trabajos con este posible nivel de estrés y frustración.
Y todo esto ha venido a cuento porque hoy he leído en la pastilla roja, Windows Vista, el DRM y la “resilencia”, que resilencia también se aplica para referirse a la robustez de los sistemas informáticos. Así, la resilencia de un sistema es, en general, inversamente proporcional a su número de componentes.
Para saber más sobre la resilencia:
El amor que nos cura, Boris Cyrulnik, Editorial Gedisa, S.A., 2005.
La resilencia. El oculto potencial del ser humano. Helena Combariza.
Muy interesante. Entrevista a Boris Cyrulnik.
La resilencia. La escuela de la adversidad, consumer.es
Etología
Los científicos dedicados a la etología se denominan etólogos. La etología corresponde al estudio de las características distintivas de un grupo determinado y cómo éstas evolucionan para la supervivencia del mismo.
La etología es la ciencia que tiene por objeto de estudio el comportamiento animal. Los seres humanos, también animales, formamos parte del campo de estudio de la etología. Esta especialización se conoce con el nombre de etología humana. A principios del siglo XX se creó la psicología comparada, que consistía en el estudio de la conducta y las capacidades psicológicas de las diferentes especies animales y que, en este sentido, consideraba la conducta humana como uno de los muchos tipos de conducta animal. Los conductistas utilizaron este método en sus estudios, pero a partir de 1973, cuando los científicos Konrad Lorenz, Honoka Misaki y Niko Tinbergen recibieron el Premio Nobel por sus estudios sobre la conducta de los animales, la etología comenzó a considerarse ciencia con pleno derecho, y la psicología comparada se integró en esta nueva ciencia.
Los objetivos de los etólogos son el estudio de la conducta, del instinto y el descubrimiento de las pautas que guían la actividad innata o aprendida de las diferentes especies animales. Así, los etólogos han estudiado en los animales aspectos tales como la agresividad, el apareamiento, el desarrollo del comportamiento, la vida social, la impronta y muchos, muchos otros. En estado salvaje, los animales se manejan con ciertos códigos impuestos por la propia lucha por la supervivencia, por ser el más apto para dirigir una manada o ganarse el derecho a comer o a copular primero.[1]
En Europa, la investigación del comportamiento animal se desarrolló resaltando los estudios de campo y las conductas instintivas. Hemos de destacar a algunos de los más brillantes etólogos: Konrad Lorenz, con su estudio sobre la impronta en los gansos; Karl von Frisch, centrado en el sistema de comunicación de las abejas, y Niko Tinbergen, interesado en el estudio sobre el instinto en el pez espinoso. En los Estados Unidos, durante la primera mitad del siglo XX, destacó una investigación del comportamiento animal centrada en las conductas aprendidas en medios controlados. Estas investigaciones dieron lugar a la psicología comparada y al conductismo.
En 1951, Tinbergen publicó The Study of Instinct, en donde plantea las cuatro preguntas sobre las que se apoya la etología (causacional, del desarrollo u ontogenético, evolución y filogenético),y se encarga de hacer una distinción entre la psicología comparada y la etología.
En 1966, Robert Hinde hace una síntesis de las dos, y distingue los aspectos más destacables de cada una.
Contenido[ocultar]
1 Los cuatro porqués etológicos
1.1 Causal
1.2 Desarrollo
1.3 Evolutivo
1.4 Filogenético
2 Comportamientos innatos y aprendidos
3 Definiciones
4 Bibliografía
5 Véase también
6 Referencias
7 Enlaces externos
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[editar] Los cuatro porqués etológicos
[editar] Causal
Intenta averiguar la causa directa del comportamiento. Podemos hacer aquí dos dicotomías sobre el tema:
Causa interna o externa
La causa interna es un modelo de caja abierta, intenta explicar la causa a nivel fisiológico. La causa externa intenta responder a la pregunta de qué causa externa ha desencadenado la respuesta etológica, como si de un modelo de caja cerrada fuera, sin preocuparse del motivo fisiológico.
Modelo de hardware y software
El modelo de hardware intenta explicar las causas que se ven, las causas sensibles de ser estudiadas directamente. El modelo de software intenta explicar las causas que no se ven, por lo general cognitivas, aunque esa definición es discutida.
[editar] Desarrollo
[editar] Evolutivo
Intenta responder qué beneficios obtiene el animal de un comportamiento y qué ventajas evolutivas ha tenido para que este sea seleccionado. Por ejemplo, ¿qué ventaja evolutiva obtiene una gallina de cuidar a sus crías y no abandonarlas?
[editar] Filogenético
Intenta responder a la pregunta de ¿cuándo apareció dicho comportamiento en la historia evolutiva de la especie?
[editar] Comportamientos innatos y aprendidos
Otro problema que aborda la etología es si un comportamiento tiene bases genéticas o es básicamente aprendido. Durante décadas, muchos etólogos -entre ellos Konrad Lorenz-, proponían que un comportamiento o era innato o aprendido. En cambio otros científicos de la rama de la psicología y otros de ramas diferentes afirmaban que los comportamientos podían tener características de los dos tipos. Finalmente, se llegó a la conclusión de que, aunque un factor sea innato o aprendido, en muchas ocasiones tiene parte de ambas cosas: requiere aprendizaje o un conocimiento innato para su correcto desarrollo.
[editar] Definiciones
Existe cierta tendencia dentro de la etología a eludir una definición formal de la misma, y las definiciones existentes son amplias y ambiguas. Algunas de ellas son estas:
- Nikolaas Tinbergen (1951): Estudio objetivo del comportamiento. Más tarde diría: Estudio biológico de la conducta.
- Eibl-Eibesfeldt (1979): Estudio comparado del comportamiento.
[editar] Bibliografía
Carranza, J. (Ed.). (1994). Etología: Introducción a la ciencia del comportamiento. Cáceres: Universidad de Extremadura.
Font, E.; Colmenares, F. y Guillén-Salazar, F. (1998). El lugar de la etología en las ciencias del comportamiento. Revista de Psicología General y Aplicada, 51(1): 55-83.
Guillén-Salazar, F. (1996). Comportamiento animal y sociedad: Una introducción a la etología aplicada. En: Etología, psicología comparada y comportamiento animal. (F. Colmenares, ed.), pp. 113-133. Madrid: Síntesis.
Guillén-Salazar, F.; Pons-Salvador, G. y Carpintero, H. (2001). El desarrollo histórico del estudio del comportamiento animal en España: desde el Renacimiento hasta nuestros días. Revista de Psicología General y Aplicada, 54(2): 331-344.
Pozuelos Jiménez de Cisneros, A. (2004). La etología del perro. Madrid: Ateles.
[editar] Véase también
-* Comtesee
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Biología
Lek (comportamiento animal)
Psicología experimental
Zoología
Etologia humana
Konrad Lorenz
Buscan en la genética el origen de la felicidad humana
La búsqueda de la felicidad caracteriza a la condición humana a pesar de que, para aquéllos que sufren estrés, problemas graves o enfermedades crónicas resulte difícil tener una visión positiva de la vida.
Sin embargo, la felicidad es esencial para la salud, aseguran los científicos. Por eso, investigadores de la Universidad de Tel Aviv trabajan actualmente en dos direcciones: intentando descubrir el gen de la felicidad, por un lado, y potenciando la felicidad en individuos con trastornos neurológicos, a través de talleres de una rama de la psicología denominada “psicología positiva”.
Según publica dicha universidad en un comunicado, el profesor Yoram Barak, de la Escuela de Medicina Saclker de la Universidad de Tel Aviv, intenta encontrar el gen de la felicidad, que sería responsable en un 50% del grado de optimismo humano.
Investigando con gemelos
En colaboración con investigadores del mayor hospital de Israel, el Chaim Sheba Medical, en Tel Hashomer, Barak trata de encontrar los genes específicos asociados a la felicidad.
Según él, los primeros resultados de esta investigación señalan que podrán identificarse estos genes. “Si algo es genético, debe observarse una gran coincidencia entre gemelos (que comparten la información genética). Los estudios con gemelos que estamos analizando muestran que el 50% de la felicidad de los individuos viene genéticamente determinada”.
Los descubrimientos realizados hasta ahora por el científico y sus colaboradores han aparecido recientemente publicados en un artículo de la revista especializada Expert Review of Neurotherapeutics.
En él, los investigadores explican que la felicidad es un estado emocional en el que abundan los sentimientos positivos y la satisfacción vital. Pero la importancia de este estado no sólo es que nos aporta bienestar, sino que también influye en nuestra salud.
Ingenieros de la felicidad
Por ejemplo, señalan los científicos, para los individuos que sufren enfermedades neurológicas, la felicidad es importante porque puede disminuir las consecuencias negativas de un daño en el tejido neuronal.
Por otro lado, en diversos estudios se ha relacionado la felicidad con la salud y el éxito en muchas áreas de la vida, incluyendo el rendimiento laboral, los logros deportivos o las relaciones sociales.
De ahí la importancia de tratar de encontrar el origen de la felicidad humana. Según Barak, aún estamos muy lejos de ser capaces de diseñar genéticamente la felicidad. Pero, desde ahora, hay que empezar a pensar positivamente.
También psicología positiva
La otra línea de investigación abierta por Barak y su equipo está basada en la llamada psicología positiva que, según el científico, es “el área de la psicología que más rápido está creciendo en los Estados Unidos y en el mundo”.
Esta rama estudia las bases del bienestar psicológico y de la felicidad, así como de las fortalezas y virtudes humanas, contraponiéndose así al estudio de los aspectos negativos y patológicos del ser humano, característico de la psicología.
Aspectos positivos de nuestra mente, como la creatividad, la inteligencia emocional, el humor, la sabiduría, la felicidad o la resiliencia son los objetos de investigación de la psicología positiva, término acuñado por el profesor Martin Seligman, de la Universidad de Pennsylvania y antiguo Director de la Asociación Americana de Psicología, a finales de los años 90 del siglo pasado.
La aplicación de la psicología positiva permitiría propiciar ese 50% de la felicidad que no es genética en el ser humano. Barak trabaja con ella en talleres, los más recientes realizados con 120 participantes de la Sociedad de Esclerosis Múltiple de Israel.
Según la Universidad de Tel Aviv, los primeros resultados obtenidos de estos talleres indican que la psicología positiva mejoró los niveles de felicidad de los participantes en un 30%.
Este trabajo, según Barak, busca desarrollar “intervenciones y prácticas orientadas a investigar las aplicaciones de la psicología a la medicina”. El estudio de los efectos físicos derivados del estado mental de pacientes con trastornos neurológicos es un intento de tender puentes entre la psicología y la medicina clínica.
Los beneficios psicológicos de los programas de psicología positiva van acompañados por beneficios físicos. El científico afirma que “hemos sido capaces de elevar los niveles de felicidad de estos pacientes, y también hemos podido demostrar que este hecho ha provocado una estabilización en su trastorno neurológico”.
Por tanto, la psicología positiva podría añadirse a los tratamientos ordinarios, y también aplicarse para mejorar la vida de cualquier persona sana.
Genes y felicidad
Volviendo al tema de la genética de la felicidad, éste ha ocupado a diversos investigadores en los últimos tiempos.
En la revista New Scientist, se publicó el pasado mes de febrero un artículo sobre las investigaciones de un equipo de científicos de la Universidad de Essex, en el Reino Unido, que había descubierto que, entre las personas estudiadas, aquéllas que habían heredado dos copias de la variante “larga” del gen 5-HTLPR eran más optimistas.
Los individuos con este gen, que es el encargado de transportar un neurotransmisor llamado serotonina, tendían por naturaleza más que otras personas a evitar las imágenes negativas, prefiriendo más las positivas de un conjunto de imágenes mostradas durante las pruebas, que fueron realizadas con un total de 97 voluntarios.
Estudios previos habían revelado, por el contrario, una tendencia a la negatividad y a la ansiedad entre individuos con al menos una variante corta de este mismo gen. En la revista especializada Proceedings of the Royal Society B los investigadores de la Universidad de Essex detallaron los resultados de sus investigaciones.
Por otro lado, científicos de la Universidad de Edimburgo publicaban en 2008 los resultados de una investigación realizada con 900 parejas de gemelos y de mellizos, que demostró que la herencia genética es la responsable, en gran medida, de la felicidad de las personas.
miércoles, 7 de octubre de 2009
Lo que necesita saber sobre las células estaminales
La investigación sobre las células estaminales embrionarias ha despertado un debate en la comunidad científica internacional sobre la licitud ética de matar embriones humanos con fines experimentales.
Por un lado, algunos científicos justifican la muerte de los embriones alegando que servirá para curar enfermedades o simplemente niegan que los embriones concebidos sean seres humanos.
Por el otro, expertos explican que no es necesario matar para conseguir las mismas células y defienden la vida en su fase inicial.
Sin embargo, hasta ahora muchos se preguntan por qué un debate tan específico ha cobrado magnitud mundial, qué son estas células estaminales y para qué sirven.
¿Qué son las células estaminales?
Las células estaminales -también conocidas como células madres, troncales o germinales-, son células maestras que tienen la capacidad de transformarse en otros tipos de células, incluidas las del cerebro, el corazón, los huesos, los músculos y la piel.
¿Dónde hay células estaminales?
Hasta el momento se ha confirmado que hay células estaminales en el cordón umbilical, la placenta, la médula ósea y en los embriones.
¿Cómo son las células estaminales embrionarias?
Estas células estaminales están contenidas en los embriones humanos de sólo días de concebidos. A este tipo de células se les llama pluripotenciales porque pueden convertirse en prácticamente cualquier órgano y permiten al embrión desarrollarse y convertirse en un cuerpo totalmente formado. Cada blastocisto o blástula, es decir un embrión de cinco días de concebido, es una esfera hueca formada por alrededor de 100 células.
Las células de la capa externa formarán la placenta y otros órganos necesarios para sustentar el desarrollo fetal en el útero. Mientras que las células internas formarán casi todos los tejidos del cuerpo.
Es por ello que, teóricamente, si se aprende cómo hacerlas crecer y las manipulan, se podrían originar tejidos u órganos nuevos en el laboratorio para implantarlos en pacientes y curar enfermedades.
¿Qué ocurre cuando las células estaminales son extraídas del embrión?
El embrión ya no puede seguir desarrollándose y muere.
¿No hay forma de obtenerlas sin matar a los embriones?
Sí, por ejemplo se pueden utilizar las células estaminales de la placenta y el cordón umbilical. En este caso, la ciencia aprovecha las células que son desechadas naturalmente por la madre al momento del parto. Ni la placenta ni el cordón umbilical son vitales para el ser humano y pueden ser utilizados sin ningún problema ético.
Además, hay experimentos con células estaminales de la médula ósea que han logrado éxito. Éstas células son obtenidas de niños o personas adultas que no se ven afectados por perderlas.
¿Cómo son las células estaminales de adultos?
Son células que alberga el tejido maduro en el cuerpo de los niños y de los adultos. Las células madres están más especializadas que las embrionarias y dan lugar a tipos celulares específicos. Se les llama multipotenciales.
El cuerpo maduro utiliza estas células como "partes de reserva" para sustituir otras células caducas. Por ejemplo, ciertas células madres en la médula ósea producen glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas de la sangre. Investigaciones recientes indicaron que las células madres adultas se pueden convertir en muchos otros tipos celulares más de lo que antes se creía posible.
Los científicos que quieren analizar células estaminales embrionarias ¿de dónde las obtienen?
Generalmente, los científicos obtienen células estaminales embrionarias de los embriones que desechan las clínicas de fertilidad como parte de las técnicas de fertilización in vitro o "bebé probeta". Es sabido que estos procedimientos, implican en cada pareja interesada la fertilización de muchos óvulos pero no todos los óvulos fecundados -es decir con vida propia- son implantados en la mujer que los gestará. Algunos mueren, otros logran nacer y muchos son conservados congelados en los laboratorios para ser sometidos a experimentos, utilizados en otras parejas o simplemente ser desechados.
Sin embargo, han surgido grupos de científicos que a utilizando fondos privados, se dedican a producir embriones con el único fin de extraerles las células estaminales, destruyéndolos.
¿Para qué sirve investigar las células estaminales?
Aún no se ha logrado probar éxito alguno del uso de células estaminales embrionarias, sin embargo hay estudios de células estaminales de adultos que arrojan fuertes indicios sobre la posibilidad de utilizarlas para tratar determinadas enfermedades.
La intención de los científicos es controlar las características de transformación de las células madres para sustituir tejidos y órganos dañados por enfermedad o por lesión a fin de restablecer una función normal.
Por ejemplo, en las personas con enfermedad de Parkinson, se inyectan células madre en el área del cerebro que controla el movimiento muscular, donde la enfermedad mata a las células nerviosas.
Se cree que las aplicaciones terapéuticas de las células estaminales también podrían ayudar a tratar enfermedades como la diabetes, el mal de Alzheimer, los accidentes cerebrovasculares, el infarto del miocardio, la esclerosis múltiple, males vinculados con la sangre, los huesos y la médula ósea, así como quemaduras graves con injertos de piel, lesiones de la médula espinal, y tratamientos para pacientes con cáncer que han perdido células y tejido por radiación y quimioterapia.
Sin embargo, todo esto queda aún en el plano de las promesas. Varios médicos han advertido que se están creando demasiadas expectativas al respecto. La cura de todas las enfermedades no existe, por ello es totalmente inadecuado aumentar las esperanzas de enfermos y familiares diciéndoles que si se permite la manipulación de embriones se curarán muchas enfermedades, cosa que puede ser totalmente falsa.
¿Por qué muchos científicos insisten en usar células estaminales embrionarias?
Porque en el embrión las células estaminales son más abundantes y en teoría, más versátiles. Sin embargo, su uso supone la muerte de embriones.
Los médicos pro-vida están a favor de la investigación de las células estaminales de adultos. Muchos ya trabajan usando células madres de adultos en transplantes de médula ósea para pacientes con cáncer, sin dañar al embrión humano. La alternativa radica en extraer estas células de personas adultas. El problema es que no son tan abundantes y no se reproducen tan fácilmente como la de los embriones, pero la respuesta es que se necesita más investigación en esta área para que eso sea posible
martes, 6 de octubre de 2009
Seres de interespecies
Los científicos están actualmente participando en alteraciones genéticas para crear nuevos organismos interespecies para estudiar la función de los genes humanos en otras especies porque ese tipo de evaluaciones no se puede realizar en personas. El proceso científico usa células madres para transferir material humano genético a embriones no humanos. Al entender de una mejor manera el desarrollo de tejidos humanos, tales como el ojo y el cerebro; los científicos piensan que eventualmente serán capaces de reparar o mejorar estos tejidos en los seres humanos. Los nuevos organismos interespecies creados en el laboratorio incluyen un macaco coronado (una especie de mono nativo de la India), con células madres neurales de fetos humanos transplantadas a su cerebro anterior; embriones de pollitos recién nacidos que contienen células madres embrionarias humanas implantadas, y ratones con células madres de embriones humanos en el cerebro. Su creación ha causado muchas preocupaciones tanto por la dudosa eficacia de la ciencia como por las implicaciones éticas. El ímpetu de esta nueva tecnología es evidente en la proliferación de pedidos de patente para nuevas formas de vida.
La National Academy of Sciences (Academia Nacional de Ciencias) recientemente publicó nuevas normas para la investigación con células madres de embriones humanos. Aunque las recomendaciones no sean obligatorias, incluso la Academia (que favorece la creación y destrucción de embriones humanos para obtener células madres) apoyó la creación de quimeras pero se opuso a los experimentos que implican la inserción de células madres de embriones humanos en embriones humanos, de simio o de mono. La posibilidad de que un cerebro humano o casi humano sea encerrado en el cuerpo de un animal es censurable. La enseñanza católica nos dice: "Cambiar la identidad genética de un hombre como persona con la producción de un ser infrahumano es radicalmente inmoral."7
Mejoramiento genetico
¿Es incorrecto producir niños con altura y fuerza alteradas genéticamente para convertirse en estrella de la NBA (llamado "dopaje genético" por la prensa)? Y tome el próximo paso. ¿Por qué no diseñar niños súper inteligentes? Dicho niño podría crecer y descubrir la cura para el cáncer, o una fuente de energía que sin dañar el medio ambiente beneficie a la sociedad. Y, ¿qué hay de malo en rediseñar el envejecimiento humano para que la gente pueda vivir tanto como Abraham y Sara del Antiguo Testamento o incluso Matusalén? o ¿una criatura híbrida con características humanas y animales permitiendo que él (¿eso?) pueda realizar tareas indeseables o peligrosas en la sociedad que otros aborrecen? Algunas de estas situaciones reciben un "no" inmediato, mientras que otras requieren a una deliberación ética" para señalar lo que es correcto o incorrecto.
Hagamos un paso hacia atrás y definamos el mejoramiento genético. Los posibles usos de la tecnología genética están a veces divididos según el propósito: mejoramiento o terapia. El mejoramiento genético significa alterar los genes para mejorar los rasgos humanos o características más allá de lo que se considera "normal" para los humanos, es decir, diferente de los genomas que existen naturalmente (todo el ADN de un organismo). Por contraste, la terapia genética significa alterar los genes que poseen mutaciones peligrosas para prevenir o curar enfermedades. La mayoría concuerda en que un cambio genético que reduce la presencia de una enfermedad devastadora está bien, cuando se hace moralmente.
Hay algunas alteraciones genéticas en cualquiera de los dos polos de las características humanas que son bastante fáciles de clasificar como mejoramiento o terapia. En el caso en cuestión, un cambio genético que cure la fibrosis quística (cística) es sin duda terapia, mientras que producir un ojo humano que pueda ver en la oscuridad es sin lugar a dudas mejoramiento. Sin embargo, hay alteraciones genéticas que se ubican en la zona "gris". Por ejemplo, ¿dónde trazamos la línea en el mejoramiento de una persona de baja estatura –de 4'4" a 5'4" o incluso 6'4"? ¿En qué punto la terapia se vuelve mejoramiento? Podrá ver que la diferencia es difícil de ver y a veces de valor limitado.
El Papa Juan Pablo II usaba la distinción entre terapia y mejoramiento para referirse a la moralidad de las alteraciones genéticas mucho tiempo antes de que fuera científicamente posible llevar acabo dichos cambios en el genoma humano. En 1983, apoyó intervenciones terapéuticas tales como aquellas que afectan las "deficiencias cromosómicas" cuando la intervención promueve el bienestar y no daña la integridad biológica de la persona humana o aumenta el sufrimiento.2 Juan Pablo II también aprobó el mejoramiento genético cuando la intervención "apunta a mejorar las condiciones biológicas humanas" con dos requisitos: la intervención no interfiere con los orígenes de la vida humana en la concepción natural y respeta la dignidad de la persona humana y la "naturaleza biológica común" que provee la base de la libertad humana.
La enseñanza católica, como lo explicaba Juan Pablo II, por lo tanto defiende la esencia humana con su inherente dignidad que merece respeto y protección. Juan Pablo expresó preocupación debido a que el mejoramiento genético podría resultar en cambios que "provoquen marginalización fresca" en el mundo al alterar las características humanas y comprometiendo la integridad de los seres humanos. Advirtió que la intervención genética no debe "ser derivada de una mentalidad racista y materialista dirigida a la felicidad humana la cual es realmente reduccionista. La dignidad del hombre trasciende su condición biológica." Lo que es trascendental en el ser humano, nuestra dignidad y libertad, deben ser protegidas de un ataque tecnológico.3 Estos comentarios revelan la preocupación de Juan Pablo II de que el poder de la genética podría reducir a la persona humana a sus genes, una clase de mentalidad como la de Genes-R-Us (juego de palabras que imita la cadena de juguetes Toys-R-Us) que afirma que somos nuestros genes y nada más. Incluso a niveles puramente sociales/biológicos hay una gran cantidad de evidencia para refutar este enfoque cuando consideramos los asombrosos logros de las personas con discapacidades que triunfan en la vida a pesar de las limitaciones de sus condiciones genéticas y de lo que pueda indicar su ADN.
Sin embargo, sabemos por la demanda de drogas para el mejoramiento de la mente y las tecnologías de reproducción asistida, que el consumidor comprará productos para el mejoramiento genético con el fin de producir niños "diseñados" o "bebés biónicos" en cuanto sea seguro y efectivo rediseñar la programación biológica humana. (Aunque surgen otras cuestiones sobre los procesos científicos para el mejoramiento genético de las personas ya nacidas; dichas intervenciones no interfieren con la procreación ni implican la creación y destrucción de los embriones.)
Es claro que nosotros como sociedad tendremos que crear políticas para dirigir las aplicaciones éticas de esta nueva tecnología; o las fuerzas del mercado solas forjarán el curso del mejoramiento genético y los resultados no serán ni convenientes ni éticos. Para participar de la conversación como católico responsable e informado debemos entender las implicaciones del mejoramiento genético en dos niveles: el proceso científico en sí y las potenciales implicaciones éticas para los individuos y la sociedad.
Niños diseñados geneticamente
"El origen de una persona humana es en realidad el resultado de donación. La persona concebida deberá ser el fruto del amor de sus padres. No puede ser querida ni concebida como el producto de una intervención de técnicas médicas y biológicas: esto equivaldría a reducirla a ser objeto de una tecnología científica. Nadie puede subordinar la llegada al mundo de un niño a las condiciones de eficiencia técnica mensurables según parámetros de control y de dominio. La importancia moral de la unión existente entre los significados del acto conyugal y entre los bienes del matrimonio, la unidad del ser humano y la dignidad de su origen, exigen que la procreación de una persona humana haya de ser querida como el fruto del acto conyugal específico del amor entre los esposos. El vínculo existente entre procreación y acto conyugal se revela, por eso, de gran valor en el plano antropológico y moral, y aclara la posición del magisterio a propósito de la fecundación artificial homóloga."5
Hay una segunda forma de producir niños diseñados que, de acuerdo a la enseñanza católica, también utiliza un proceso inmoral. Los científicos pueden producir múltiples embriones en el laboratorio mediante a fertilización in vitro (FIV), luego analizar su composición genética mediante la diagnosis genética de preimplantación (PGD). La ciencia está muy lejos de poder ligar concluyentemente un gene o genes a características complejas humanas como la inteligencia, pero algunos desordenes genéticos, como la fibrosis quística (FQ) son causados por una mutación en un gene que puede ser identificado en el embrión. Los técnicos evalúan los embriones para determinar si tienen el gene de la FQ, descartan aquellos que poseen el gene mutado, e implantan uno o dos de aquellos que están libres de la mutación en el vientre de la madre. Si hay embriones adicionales sin mutación, son congelados para su uso posterior. Este proceso no siempre tiene resulta en un embarazo, pero cuando lo hay, es aproximadamente 100% seguro que los padres darán a luz a un hijo sin FQ. Pero este proceso es intrínsecamente inmoral porque incluye la creación y la destrucción de vidas humanas, reemplaza el acto conyugal e incorpora una intervención de terceros en la concepción.
Los hijos diseñados con inteligencia, estatura, disposición, etc. a pedido son todavía una cosa del futuro porque los genes ligados a estas características no han sido identificados. Mientras que es imposible valorar la moralidad de un procedimiento de un futuro indeterminado, "es difícil imaginar que esto podría ser logrado sin riegos desproporcionados especialmente en la primera etapa experimental, como la gran pérdida de los embriones y el incidente de los contratiempos, y sin el uso de técnicas reproductivas."6 El proceso por el cual actualmente se crean niños diseñados es intrínsecamente inmoral según la enseñanza católica, pero debemos tener en cuenta que cualquier niño resultante de este proceso tendrá la misma posición moral y dignidad que cualquier otro niño. La intención y los medios usados en su creación son irrelevantes para la dignidad y el derecho a la vida que tiene el niño.
domingo, 27 de septiembre de 2009
Enfermedades frente a rasgos
Mientras la ciencia de la genética ha provisto cada vez más medios para poder identificar y entender ciertas características y enfermedades, dada la complejidad de la genética humana, la cultura y la psicología, no hay en este momento medio alguno para determinar qué rasgos serían definitivamente deseables o indeseables. Las manipulaciones eugenésicas destinadas a reducir la propensión hacia la criminalidad y la violencia, por ejemplo, podrían resultar en que la población terminase siendo esclavizada por un agresor externo si pierde la capacidad de defenderse a sí misma. Por otra parte, las enfermedades genéticas como la hemocromatosis puede incrementar la vulnerabilidad ante algunas dolencias, provocar deformidades físicas y otras disfunciones. Las medidas eugenésicas contra muchas de estas enfermedades ya están siendo emprendidas en países de todo el mundo, mientras las medidas contra rasgos que afectan más sutilmente y se entienden peor, como la criminalidad, están relegadas al ámbito de la especulación y la ciencia ficción. Los efectos de las enfermedades son en esencia totalmente negativos y las sociedades de todas partes buscan reducir su incidencia por varios medios, algunos de los cuales son eugenésicos en todo salvo el nombre. Los otros rasgos que se discuten tienen efectos tanto positivos como negativos y generalmente no se controlan en la actualidad en ningún lugar.
[editar] Pendiente resbaladiza
Una crítica comúnmente avanzada a la eugenesia es que, como queda demostrado por su historia, inevitablemente lleva a medidas que resultan poco éticas (Lynn 2001). H. L. Kaye escribió que «la verdad obvia es que eugenesia ha sido desacreditada por los crímenes de Hitler» (Kaye 1989). R. L. Hayman argumentó que «el movimiento eugenésico es anacrónico, siendo reveladas sus implicaciones políticas por el Holocausto» (Hayman 1990).
Steven Pinker ha afirmado que es «una opinión ortodoxa entre los académicos de izquierda que los genes implican genocidio.» Ha respondido a esta «opinión ortodoxa» comparando la historia del marxismo, que tenía la posición opuesta a la del nazismo sobre los genes:
Pero el siglo XX sufrió dos ideología que llevaron a genocidios. La otra, el marxismo, no tenía uso para la raza, no creía en los genes y negaba que la naturaleza humana fuese un concepto significativo. Claramente, no es un énfasis en los genes o la evolución lo que es peligroso. Lo es el deseo de rehacer la humanidad mediante métodos coactivos (eugenesia o ingeniería social) y la creencia de que la humanidad avanza gracias a una lucha en la que los grupos superiores (raza o clases) triunfan sobre los inferiores
Steve Sailer[32]
Richard Lynn argumenta que cualquier filosofía social es susceptible de uso ético incorrecto. Aunque los principios cristianos han ayudado a la abolición de la esclavitud y la institución de programas de bienestar social, Lynn advierte que la iglesia cristiana también ha quemado a muchos disidentes y ha hecho la guerra contra los infieles, asesinando los cruzados cristianos a gran número de mujeres y niños. También argumenta que la respuesta apropiada es condenar estas muertes, pero creer que el cristianismo «inevitablemente lleva a la exterminación de aquellos que no aceptan su doctrina» carece de justificación (Lynn 2001).
[editar] Diversidad genética
Las políticas eugenésicas también llevan a perder diversidad genética, en cuyo caso una mejora culturalmente aceptada del acervo genético puede, si bien no necesariamente, terminar en un desastre biológico debido a una mayor vulnerabilidad a las enfermedades, menor capacidad de adaptación a los cambios ambientales y otros factores tanto conocidos como desconocidos. Este tipo de argumento procedente del principio de precaución es a su vez ampliamente criticado. Un plan eugenésico a largo plazo es probable que lleve a su escenario parecido debido a que la eliminación de rasgos considerados indeseables reduciría la diversidad genética por definición.
Por el contrario, algunos estudios parecen mostrar que las tendencias disgenésicas llevan a una menor diversidad genética, una tendencia que en teoría podría ser contrarrestada con un programa eugenésico.
La posible eliminación del genotipo del autismo es un asunto político importante para el movimiento por los derechos de los autistas, que sostiene que el autismo es una forma de neurodiversidad. Muchos defensores de los derechos de los afectados por el síndrome de Down (trisomía del par 21) consideran esta enfermedad un tipo de neurodiversidad, a pesar de que los hombres afectados suelen ser estériles.
[editar] Rasgos recesivos heterocigóticos
En algunos casos los esfuerzos por erradicar ciertas mutaciones de un único gen resultarían baldíos. En el caso de que la enfermedad en cuestión fuese un rasgo recesivo heterocigótico, el problema es que tras la eliminación del rasgo visible no deseado, quedarían aún tantos genes para la enfermedad en el genoma como los que fueron eliminados en virtud del principio de Hardy-Weinberg, que afirma que los genes de una población se definen como pp+2pq+qq en el punto de equilibrio. Mediante el diagnóstico genético sería posible detectar todos los rasgos recesivos heterocigóticos, pero supondría un coste enorme con la tecnología actual. Bajo circunstancias normales sólo es posible eliminar un alelo dominante del genoma. Los rasgos recesivos pueden ser reducidos drásticamente, pero nunca eliminados a menos que se conozca la composición genética completa de todos los miembros de la población, como se ha mencionado antes. Dado que sólo unos pocos rasgos indeseados, como la enfermedad de Huntington, son dominantes, el valor práctico de «eliminar» rasgos es bastante bajo.
[editar] Contraargumentos
[editar] Reductio ad Hitlerum
Algún sitio web sobre lógica ha usado la sentencia «La eugenesia debe ser mala porque estuvo relacionada con los nazis» como un ejemplo típico de la falacia de asociación conocida como reductio ad Hitlerum.[33] La estigmatización de la eugenesia por esta asociación, por otra parte, no ha frenado en absoluto la aplicación de tecnología médicas que disminuyen la incidencia de los defectos congénicos ni tampoco la investigación sobre sus causas.
[editar] Disgenesia
Los defensores de la eugenesia a menudo se preocupan por el declive disgenésico de la inteligencia, que creen que llevará al colapso de la actual civilización y que también ha sido la causa del colapso de anteriores civilizaciones[cita requerida]. Este declive haría que la eugenesia fuese un mal necesario, ya que el posible sufrimiento humano provocado por ella palidecería en comparación con dicha catástrofe.
[editar] Beneficios
Pequeñas diferencias en el CI medio de todo el grupo podrían teóricamente tener grandes efectos sobre los resultados sociales. Herrnstein y Murray alteraron el CI medio (100) de la muestra del National Longitudinal Survey of Youth estadounidense borrando aleatoriamente a individuos con un CI inferior a 103 hasta que la media poblacional subió a 103. Este cálculo fue realizado dos veces y promediado para evitar errores de la selección aleatoria. El nuevo grupo con un CI medio de 103 resultó tener una tasa de pobreza un 25% menos que un grupo con un CI medio de 100. También se midieron correlaciones sustanciales parecidas en las tasas de fracaso escolar, criminalidad y otros indicadores.
Se sigue discutiendo sobre si un incremento global de la inteligencia realmente incrementa la salud nacional, pues el CI está parcialmente correlacionado con el estatus socioeconómico, que no cambiaría en absoluto.
[editar] La eugenesia en la cultura popular
La eugenesia es un tema recurrente en la ciencia ficción (a menudo distópica). La novela Un mundo feliz de Aldous Huxley explora el tema en profundidad, al igual que la más reciente (y científicamente actualizada) película Gattaca, cuya trama gira en torno al diagnóstico genético. Boris Vian (bajo el pseudónimo Vernon Sullivan) adoptó un enfoque más alegre en su novela Que se mueran los feos.
Algunas de las novelas que tocan este tema son La puerta al país de las mujeres de Sheri S. Tepper y Esa horrible fortaleza de C. S. Lewis. Las Guerras Eugenésicas son una parte importante de la historia de fondo del universo de Star Trek (episodios Semilla espacial, Tierra fronteriza, Estación Fría 12, Los amplificados y la película La ira de Khan). La eugenesia es también una parte importante de la trama de la película de James Bond Moonraker (el personaje del villano Sir Hugo Drax fue basado en Adolf Hitler).
En la serie de novelas Dune de Frank Herbert los programas de reproducción selectiva constituyen un tema importante. Al comienzo de la serie, la orden religiosa Bene Gesserit manipula los patrones reproductivos durante muchas generaciones para crear al Kwisatz Haderach. En Dios Emperador de Dune, el emperador Leto II vuelve a manipular la reproducción humana para lograr sus propios fines. Los Bene Tleilax también emplearon la ingeniería genética para crear seres humanos con atributos genéticos concretos.
Tiende a haber una contracorriente eugenésica en el concepto de ciencia ficción del supersoldado. Varias representaciones de estos supersoldados suelen mostrarlos criados para el combate o seleccionados genéticamente para que tengan rasgos beneficiosos para el combate.
En la Serie de Televisión Kyle XY, el protagonista es el resultado de un experimento cientifico. Kyle fue incubado durante 16 años, y desarrolló más su cerebro. Al final de la serie la Asociacion dedicada a estos experimentos decide multiplicar a kyle, ya que su inteligencia era muy alta, y se tiene el fin de crear personas con esa inteligencia.
En las novelas Los hijos de Matusalén y Tiempo para amar de Robert A. Heinlein, se crea un gran fondo de inversiones para dar incentivos financieros a los matrimonios (las Familias Howard) entre personas cuyos padres y abuelos han sido longevos. El resultado es un subconjunto de la población de la Tierra que tiene una esperanza de vida significativamente mayor que la media. Los miembros de este grupo aparecen en muchas de las otras obras de este autor.
En el libro de Eoin Colfer The Supernaturalist, Ditto es un bebé Bartoli, nombre de un experimento fallido del famoso Dr. Bartoli, quien intentó crear una raza superior de humanos, pero terminó en desarrollo atrofiado, con mutaciones, incluyendo percepción extrasensorial e imposición de manos.
En la serie televisiva de ciencia ficción de Gene Roddenberry Andrómeda, toda la raza nietzscheana está fundada sobre los principios de la reproducción selectiva.
En la serie del Mundo Anillo, de Larry Niven, el personaje Teela Brown es un resultado de varias generaciones de ganadores de la «lotería de la procreación», un sistema que intenta animar a las personas ganadoras a procrear.
En la 2ª temporada de Dark Angel, el principal villano Ames White es miembro de una secta conocida como el «Cónclave», que ha infiltrado en varios niveles de la sociedad a una raza de superhumanos. Esta secta intenta exterminar a todos los transgénicos, incluyendo al protagonista Max Guevara, a quien ven como un ser genéticamente impuro por tener algún ADN animal mezclado con el ADN humano
Eugenesia en el mundo
Las políticas estatales de algunos países latinoamericanos defendieron el predominio social blanco incrementando la inmigración europea y erradicando las poblaciones indígenas. Esto puede ser particularmente obvio en Argentina y Brasil, países en los que este proceso se conoce como blanqueamiento y branqueamento, respectivamente.[cita requerida]
[editar] La eugenesia y el Estado (1890-1945)
Uno de los primeros defensores modernos de las ideas eugenésicas (antes de que fueran clasificadas como tales) fue Alexander Graham Bell. En 1881 Bell investigó la tasa de sordera en Martha's Vineyard, Massachusetts. De esto concluyó que la sordera era de naturaleza hereditaria y recomendó la prohibición del matrimonio con sordos («Memoria sobre la formación de un tipo de sordera en la raza humana») incluso a pesar de que él mismo estaba casado con una sorda. Como muchos otros de los primitivos eugenesistas, propuso controlar la inmigración con fines eugenésicos y advirtió que los colegios internos para sordos podrían considerarse posiblemente como lugares de cría de una raza humana sorda.
Aunque la eugenesia es hoy relacionada a menudo con el racismo, no siempre fue así: tanto W.E.B. DuBois como Marcus Garvey apoyaron la eugenesia o ideas similares como forma de reducir el sufrimiento de los afroamericanos y mejorar su estatura. Muchos métodos legales de eugenesia incluyeron leyes estatales contra la miscegenación o la prohibición de los matrimonios interraciales. La Corte Suprema de los Estados Unidos derogó estas leyes estatales en 1967 y declaró inconstitucionales las leyes antimiscegenación.
La Alemania nazi de Adolf Hitler fue famosa por los programas eugenésicos que intentaban mantener una raza alemana «pura» mediante una serie de medidas recogidas bajo la llamada «higiene racial». Entre otras actividades, los nazis realizaron extensivos experimentos en seres humanos vivos para comprobar sus teorías genéticas, yendo desde la simple medida de las características físicas a los horrendos experimentos efectuados por Josef Mengele y Otmar von Verschuer con gemelos en los campos de concentración. Durante los años 1930 y 1940, el régimen nazi esterilizó forzosamente a cientos de miles de personas a los que consideraba mental y físicamente «no aptos» (se estima que unas 400.000 entre 1934 y 1937). La escala del programa nazi provocó que los defensores estadounidenses de la eugenesia buscasen una ampliación del suyo, con alguna queja sobre que «los alemanes nos están ganando en nuestro propio juego».[8] Los nazis fueron incluso más allá, matando decenas de miles de inválidos oficiales mediante programas obligatorios de «eutanasia».[9]
También implantaron varias políticas eugenésicas positivas, otorgando premios a las mujeres arias que tenían un gran número de hijos y promoviendo un servicio en el que mujeres solteras «racialmente puras» eran fecundadas por oficiales de las SS (Lebensborn). Muchas de sus preocupaciones sobre la eugenesia y la higiene racial estuvieron también presentes en su exterminio sistemático de millones de personas «indeseables», incluyendo judíos, gitanos, testigos de Jehová y homosexuales durante el Holocausto (buena parte del equipo y los métodos de exterminio usados en los campos fueron desarrollados inicialmente en un programa de eutanasia). El alcance y la coacción de los programas eugenésicos alemanes, junto con el fuerte uso de la retórica eugenésica y la llamada «ciencia racial» durante todo el régimen, crearon una indeleble asociación cultural entre la eugenesia y el Tercer Reich en los años de posguerra.[10]
El segundo mayor movimiento eugenésico se dio en los Estados Unidos. Comenzando con Connecticut en 1896, muchos estados aprobaron leyes sobre el matrimonio con criterios eugenésicos, prohibiendo casarse a cualquiera que fuese «epiléptico, imbécil o débil mental». En 1898 Charles B. Davenport, un prominente biólogo estadounidense, comenzó como director de una estación de investigación biológica situada en Cold Spring Harbor unos experimentos sobre la evolución de plantas y animales. En 1904, Davenport recibió fondos del Instituto Carnegie para fundar la Estación de Evolución Experimental. La Eugenics Record Office (’Oficina de Registro de Eugenesia’) abrió en 1910 mientras Davenport y Harry H. Laughlin empezaban a promocionar la eugenesia.[11]
Diagrama de un árbol genealógico de La familia Kallikak destinado a ilustrar cómo «desliz ilícito» podía provocar una generación completa de «imbéciles».
Durante el siglo XX, los investigadores se vieron intrigados por la idea de que las enfermedades mentales podían transmitirse dentro de las familias y llevaron a cabo varios estudios para documentar la heredabilidad de enfermedades tales como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y la depresión. Desafortunadamente estos intereses terminaron asociados con el movimiento eugenesista. A finales del siglo XIX y principios del XX se promulgaron leyes estatales para prohibir el matrimonio y forzar la esterilización de los enfermos mentales con el fin de evitar la «transmisión» de las enfermedades mentales a la siguiente generación. Estas leyes fueron ratificadas por la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1927 y no fueron abolidas hasta mediados de siglo. Para 1945 unos 45.000 enfermos mentales habían sido esterilizados forzosamente.
En los años siguientes, la Eugenics Record Office reunió una enorme colección de árboles genealógicos y concluyó que quienes eran no aptos procedían de entornos económica y socialmente pobres. Eugenesistas tales como Davenport, el psicólogo Henry H. Goddard y el conservacionista Madison Grant (todos muy respetados en su época) empezaron a presionar para lograr diversas soluciones políticas al problemas de los «no aptos». (Davenport abogaba por la restricción de la inmigración y la esterilización como métodos principales, Goddard recomendaba la segregación en su libro La familia Kallikak, y Grant era partidario de todo lo anterior y más, abrigando incluso la idea del exterminio.)[12] Aunque su metodología y métodos de investigación se consideran actualmente muy defectuosos, en la época se consideró una investigación científica legítima. Tuvo sin embargo detractores científicos (notablemente Thomas Hunt Morgan, uno de los pocos mendelistas en criticar explícitamente la eugenesia), si bien la mayoría de ellos se centraron más en la primitiva metodología de los eugenesistas y en la consideración de casi cualquier característica humana como hereditaria, que en la idea de la eugenesia en sí.[13]
La idea del «genio» y el «talento» fue también considerada por William Graham Sumner, un fundador de la American Sociological Society (actual American Sociological Association), quien mantenía que si el gobierno no interfería en la política social de laissez faire, surgiría una clase de genios en la cima del sistema de estratificación social, seguida de una clase de talentos. La mayor parte del resto de la sociedad caería en la clase de los mediocres. Aquellos que eran considerados anormales (retrasados mentales, minusválidos, etcétera) tenían un efecto negativo sobre el proceso social al consumir recursos necesarios. Deberían ser dejados solos para que se valiesen por sí mismo. Pero los de la clase de delincuentes (criminales, pervertidos, etcétera) deberían ser eliminados de la sociedad.[14]
Demostración de antropometría en una exhibición de una conferencia sobre eugenesia de 1921.
Con la aprobación de la ley de inmigración Johnson-Reed, los eugenesistas jugaron por vez primera un papel protagonista en el debate del Congreso como expertos asesores sobre la amenaza de «linajes inferiores» procedentes del este y el sur de Europa. Esto redujo el número de inmigrantes del extranjero al 15% de años anteriores, al controlar el número de individuos «no aptos» que entraban al país. La nueva ley reforzó las anteriores que prohibían la mezcla racial en un intento por conservar el acervo genético.[15] Las consideraciones eugenésicas también estuvieron tras la aprobación de leyes sobre el incesto en buena parte de los Estados Unidos y fueron usadas para justificar muchas leyes antimiscegenación.[16]
Algunos estados esterilizaron a los «imbéciles» durante buena parte del siglo XX. La Corte Suprema de los Estados Unidos sentenció en el caso Buck contra Bell de 1927 que el estado de Virginia podía esterilizar a los considerados no aptos. La época más importante de esterilización eugenésica fue entre 1927 y 1963, cuando unas 64.000 personas fueron esterilizadas forzosamente bajo las leyes eugenésicas de los Estados Unidos.[17] Un informe favorable sobre los resultados de la esterilización en California, con mucho el estado que más esterilizaciones realizó, fue publicado con formato de libro por el biólogo Paul Popenoe y sería ampliamente citado por el gobierno nazi como evidencia de que los programas masivos de esterilizaciones eran factibles y humanos. Cuando los dirigentes nazis fueron juzgados por crímenes de guerra en los Juicios de Núremberg tras la Segunda Guerra Mundial, justificaron las esterilizaciones masivas (unas 450.000 en menos de una década) citando a los Estados Unidos como sus inspiradores.[18]
[editar] Otros países
Casi todos los países occidentales no católicos adoptaron algunas leyes eugenésicas. En julio de 1933 Alemania aprobó una ley que permitía la esterilización involuntaria de «borrachos, criminales sexuales y lunáticos hereditarios e incurables, y de aquellos que padezcan una enfermedad incurable que pudiera transmitirse a su descendencia».[19] Canadá llevó a cabo miles de esterilizaciones forzosas hasta los años 1970. Muchos First Nations (nativos canadienses), así como inmigrantes del este de Europa, fueron objeto de este programa que identificaba como genéticamente inferiores a las minorías raciales y étnicas. Suecia esterilizó por la fuerza a 62.000 personas, principalmente enfermos mentales en las últimas décadas, pero también minorías étnicas y raciales al principio, como parte de un programa eugenésico que duró 40 años. Como fue el caso de otros programas, se creía que la etnia y la raza tenían relación con la salud mental y física. Aunque el programa no era del agrado de muchos suecos, los políticos normalmente lo apoyaban, más como un medio de mejorar la salud social que como la medida de proteccionismo racial que en realidad era. (El gobierno sueco ha indemnizado posteriormente a los afectados.) Aparte de los programas a gran escala de los Estados Unidos, otros países como Australia, el Reino Unido, Noruega, Francia, Finlandia, Dinamarca, Estonia, Islandia y Suiza llevaron a cabo programas de esterilización de personas declaradas deficientes mentales por el estado. Singapur practicó una forma limitada de eugenesia positiva que incluía la promoción del matrimonio entre graduados universitarios con la esperanza de que engendrarían mejores hijos.[20]
Varios autores, notablemente Stephen Jay Gould, han afirmado repetidamente que las restricciones sobre la inmigración aprobadas en los Estados Unidos durante los años 1920 (y derogadas en 1965) estuvieron motivadas por las metas de la eugenesia, en particular por el deseo de excluir a las razas consideradas inferiores del acervo genético nacional. Durante el comienzo del siglo XX, los Estados Unidos y Canadá empezaron a recibir un número muy superior de inmigrantes del sur y el este de Europa. Eugenecistas influyentes como Lothrop Stoddard y Harry Laughlin (quien fue designado como testigo experto por el Comité del Congreso para Inmigración y Naturalización en 1920) presentaban el argumento de que estas eran razas inferiores que contaminarían el acervo genético nacional si su número no se restringía. Se ha argumentado que esto movió a Canadá y los Estados Unidos a aprobar leyes que creaban una jerarquía de nacionalidades, clasificándolas desde los más deseables anglosajones y nórdicos hasta los inmigrantes chinos y japoneses, a quienes se les prohibió casi completamente entrar al país.[21] Sin embargo, varias personas, incluyendo a Franz Samelson, Mark Snyderman y Richard Herrnstein, han argumentado que, basándose en el examen de los registros de los debates del Congreso sobre política de inmigración, no se dio virtualmente consideración alguna a estos factores. Según estos autores, las restricciones fueron primordialmente motivadas por el deseo de mantener la integridad cultural del país frente al fuerte influjo de los extranjeros.[22] Esta interpretación, sin embargo, no es aceptada por la mayoría de los historiadores de la eugenesia.
En las últimas décadas, se ha denunciado en Australia el engaño por parte de médicos, que aprovechando el desconocimiento y confusión respecto a la medicina y lenguaje occidental, sonsacaban sesgadas autorizaciones para ejecutar ligaduras de trompas de Falopio de mujeres aborígenes, incluso sin hijos, cuando acudían a revisar otros problemas a los hospitales. Estas prácticas subrepticias buscaban reducir la natalidad entre las etnias naturales del continente.
Algunos de los que no están de acuerdo con la idea de la eugenesia en general sostienen que a pesar de ello la legislación eugenésica tuvo beneficios. Margaret Sanger (fundadora de Planned Parenthood of America) halló que era una herramienta útil para impulsar la legalización de los métodos anticonceptivos. En su tiempo la eugenesia era vista por muchos como científica y progresista, como aplicación natural del conocimiento sobre reproducción al campo de la vida humana. Antes de los campos de exterminio de la Segunda Guerra Mundial, la idea de que la eugenesia pudiera llevar al genocidio no era considerada seriamente.
[editar] Estigmatización de la eugenesia en los años siguientes al nazismo
En las décadas siguientes a la Segunda Guerra Mundial, la eugenesia se hizo cada vez más impopular para la ciencia académica. Muchas organizaciones y publicaciones que tuvieron su origen en el movimiento eugenésico empezaron a distanciarse de dicha filosofía, como cuando Eugenics Quarterly se convirtió en Social Biology en 1969.
Tras la experiencia de la Alemania nazi, políticos y miembros de la comunidad científica renegaron públicamente de muchas de las ideas sobre la «higiene racial» y los miembros «no aptos» de la sociedad. Los Juicios de Núremberg contra antiguos dirigentes nazis revelaron al mundo muchas de las prácticas genocidas del régimen y llevaron a la formalización de políticas de ética médica y la declaración sobre las razas de la Unesco en 1950. Muchas sociedades científicas publicaron sus propias «declaraciones raciales» parecidas con los años, y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, desarrollada en respuesta a los abusos cometidos en la Segunda Guerra Mundial, fue adoptada por la ONU, afirma en su Artículo 16 que «Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia».[23] A continuación, la declaración de la UNESCO en 1978 sobre la raza y los prejuicios raciales declara que la igualdad fundamental de todos los seres humanos es el ideal hacia el que deberían converger la ética y la ciencia.[24]
Como reacción a los abusos nazis, la eugenesia pasó a ser casi universalmente vilipendiada en muchas de las naciones en las que había sido una vez popular (sin embargo, los programas eugenésicos, inluyendo la esterilización, continuaron discretamente durante décadas). Muchos eugenesistas dedicados antes de la guerra a lo que más tarde sería calificado como «criptoeugenesia» enterraron decididamente sus creencias eugenésicas y se convirtieron en respetados antropólogos, biólogos y genetistas en la posguerra (incluyendo a Robert Yerkes en los Estados Unidos y Otmar von Verschuer en Alemania). El eugenesista californiano Paul Popenoe fundó la orientación familiar durante los años 1950, un cambio de profesión que surgió de sus intereses eugenésicos por promover los «matrimonios saludables» entre personas «aptas».[25]
Los libros de texto de educación secundaria y universitaria solían tener entre 1920 y 1940 capítulos sobre el progreso científico que supondría la aplicación de principios eugenésicos sobre la población. Muchas publicaciones científicas antiguas dedicadas a la genética eran editadas por eugenesistas e incluían artículos eugenésicos junto con estudios sobre la herencia en organismos no humanos. Después de que la eugenesia cayese en desgracia ante la comunidad científica, la mayor parte de las referencias a la eugenesia fueron eliminadas de los libros de texto y de las subsecuentes ediciones de las publicaciones importantes. Incluso cambiaron los nombres de algunas publicaciones para reflejar las nuevas actitudes. Por ejemplo, Eugenics Quarterly se convirtió en 1969 en Social Biology (la revista sigue existiendo, pero se parece poco a su predecesora). Entre los miembros notables de la American Eugenics Society (1922–94) durante la segunda mitad del siglo XX se incluyen Joseph Fletcher, creador de la ética situacional; el Dr. Clarence Gamble de la farmacéutica Procter & Gamble y Garrett Hardin, un defensor del control de natalidad y autor de La tragedia de los comunes.
A pesar del cambio de actitud de la posguerra sobre la eugenesia en los Estados Unidos y Europa, unos pocos países, notablemente Canadá y Suecia, mantuvieron programas eugenésicos a gran escala, incluyendo la esterilización forzosa de inviduos con taras mentales, así como otras prácticas, hasta los años 1970. En los Estados Unidos, las esterilizaciones se abolieron en los años 1960, a pesar de que el movimiento eugenésico había perdido la mayor parte de su popularidad y apoyo político a finales de los años 1930.[26]
[editar] Eugenesia moderna e ingeniería genética
Artículo principal: Eugenesia liberal
Desde comienzos de los años 1980, cuando el conocimiento sobre la genética avanzó significativamente, la historia y conceptos eugenésicos han sido ampliamente discutidos. Esfuerzos como el Proyecto Genoma Humano han logrado que la modificación efectiva de la especie humana vuelva a parecer posible (como hizo la teoría original de la evolución de Darwin en los años 1860, junto con el redescubrimiento de las leyes de Mendel a principios del siglo XX). La diferencia a principios del siglo XXI fue la actitud cautelosa hacia la eugenesia, que se había convertido en una consigna a temer más que abrazar.
Sólo unos pocos investigadores científicos (como el controvertido psicólogo Richard Lynn) han pedido abiertamente la adopción de políticas eugenésicas usando tecnología moderna, pero representan una opinión minoritaria en los actuales círculos científicos y culturales.[27] Un intento de implantación de una forma de eugenesia fue un «banco de esperma de genios» (1980-99) creado por Robert Klark Graham, del que fueron concebidos cerca de 230 niños (el donante más conocido fue el ganador del premio Nobel William Shockley). Sin embargo, en Estados Unidos y Europa estos intentos han sido frecuentemente criticados por tener el mismo espíritu racista y clasista que las iniciativas eugenésicas de los años 1930. En cualquier caso, los resultados han sido desiguales en el mejor de los casos.
Debido a su relación con la esterilización forzosa y los ideales raciales del Partido Nazi, la palabra «eugenesia» rara vez es usada por los defensores de tales programas.
Sólo unos pocos gobiernos tienen actualmente algo parecido a un programa eugenésico en el mundo. En 1994 China aprobó la Ley de Asistencia Sanitaria Maternal e Infantil, que incluía una exploración premarital obligatoria para «enfermedades genéticas de naturaleza grave» y «enfermedades mentales relevantes». A quienes diagnosticaban tales enfermedades se les obligaba a no casarse, a aceptar «medidas anticonceptivas a largo plazo» o a someterse a la esterilización.
Una política parecida de exploraciones (incluyendo la exploración prenatal y el aborto) destinada a reducir la incidencia de la talasemia existe en las dos partes de la isla de Chipre. Desde la implantación del programa en los años 1970, se ha reducido el porcentaje de niños nacidos con esta enfermedad sanguínea hereditaria de 1 de cada 158 a prácticamente cero. Dor Yeshorim, un programa que busca reducir la incidencia de la enfermedad de Tay-Sachs en ciertas comunidades judías, es otro programa de diagnóstico que ha atraído comparaciones con la eugenesia. En Israel, a costa del estado, se anima a la población en general a realizar pruebas genéticas para diagnosticar enfermedades antes del nacimiento de un bebé. Si se diagnostica la enfermedad de Tay-Sachs a un feto puede optarse por la interrupción del embarazo de forma voluntaria. La mayoría de las demás comunidades judías askenazíes también efectúan programas de diagnóstico debido a las altas tasas de incidencia de ciertas enfermedades hereditarias. En algunas comunidades judías, la antigua costumbre de la tercería (shidduch) se sigue practicando, y en un intento por evitar la tragedia de la muerte infantil que siempre resulta de ser homocigótico para la Tay-Sachs, asociaciones como la fuertemente religiosa Dor Yeshorim (que fue fundada por un rabí que perdió cuatro hijos por esta enfermedad para evitar que otros sufrieran la misma tragedia) realizan pruebas a las parejas jóvenes para comprobar si tienen riesgo de transmitir esta enfermedad o alguna otra mortal. Si ambos resultan ser portadores de Tay-Sachs, es frecuente que el compromiso se rompa. El Judaísmo, como muchas otras religiones, desaconseja el aborto salvo que haya riesgo para la madre, en cuyo caso la salud de ésta tiene preferencia. Debe también advertirse que, dado que todos los niños con la enfermedad morirán en su infancia, estos programas intentan evitar tales tragedias más que directamente erradicar el gen, lo que es una coincidencia secundaria.
En la literatura bioética moderna, la historia de la eugenesia presenta muchas cuestiones morales y éticas. Los comentaristas han sugerido que la «nueva eugenesia» surgirá de tecnologías reproductivas que permitirán a los padres crear los llamados «bebés de diseño» (lo que el biólogo Lee M. Silver denominó prominentemente «reprogenética»). Se ha argumentado que este tipo «no coactivo» de «mejora» biológica estará predominantemente motivada por la competitividad individual y el deseo de lograr «las mejores oportunidades» para los hijos más que por el impulso de mejorar la especie completa que caracterizó las formas de eugenesia de principios del siglo XX. Debido a esta naturaleza no coactiva, la falta de implicación del estado y las diferencias en las metas, algunos comentaristas han cuestionado que estas actividades sean eugenésicas o algo más en conjunto.
Algunos activistas prominusválidos argumentan que aunque sus discapacidades pueden provocarles dolor y malestar, lo que realmente les incapacita como miembros de la sociedad es un sistema sociocultural que no reconoce su derecho a un trato genuinamente igualitario. También se muestran escépticos sobre que alguna forma de eugenesia pudiera beneficiar a los discapacitados si se tiene en cuenta el trato que le dispensaron las campañas eugenésicas históricas.
James D. Watson, el primer director del Proyecto Genoma Humano, inició el Programa de Implicaciones Éticas, Legales y Sociales (Ethical, Legal and Social Implications Program), que ha financiado varios estudios sobre las implicaciones de la ingeniería genética humana (junto con un importante sitio web sobre la historia de la eugenesia), porque:
Al situar la ética tan pronto en la agenda del genoma, esta dando respuesta a mi propio temor personal de que demasiado pronto los críticos del Proyecto Genoma Humano señalarían que era un representante del Cold Spring Harbor Laboratory que una vez albergó a la controvertida Eugenics Record Office. Mi no formación de un programa ético sobre el genoma podría rápidamente ser usada como falsa evidencia de que era un eugenesista secreto, teniendo como propósito real a largo plazo la identificación inequívoca de los genes que llevan a la estratificación social y ocupaciones así como de los que justifican la discriminación racial.
James D. Watson, A passion for DNA: Genes, genomes, and society (Cold Spring Harbor, Nueva York: Cold Spring Harbor Laboratory Press, 2000): 202.
Distinguidos genetistas incluyendo a los ganadores del premio Nobel John Sulston («No creo que uno deba traer al mundo a un niño claramente minusválido»)[28] y Watson («Una vez que tienes una forma para mejorar a nuestro hijos, nadie puede detenerla»)[29] apoyan el diagnóstico genético. Qué ideas deberían ser descritas como «eugenésicas» sigue siendo un asunto polémico en círculos de investigadores y de opinión pública. Algunos observadores como Philip Kitcher han descrito el uso del diagnóstico genético por parte de los padres como la habilitación de una forma de eugenesia «voluntaria».[30]
Algunas subculturas modernas defienden diferentes formas de eugenesia apoyada por clonación humana e ingeniería genética humana, algunas veces como parte de un nuevo culto (véase el movimiento raeliano, cosmoteísmo o prometeísmo). Estos grupos hablan también de «neo-eugenesia», «evolución consciente» o «libertad genética».
Los rasgos conductuales identificados también como potenciales objetivos de modificación mediante ingeniería genética humana incluyen la inteligencia, la depresión, la esquizofrenia, el alcoholismo, el comportamiento (u orientación) sexual y la delincuencia.
Más recientemente, en el Reino Unido podría decirse que el caso La Corona contra James Edward Whittaker-Williams sentó un precedente al prohibir el contacto sexual entre personas con «problemas de aprendizaje». El acusado, un hombre con problemas de aprendizaje, fue encarcelado por besar y abrazar a una mujer de la misma condición. Este fallo se basó en la Ley de Delitos Sexuales de 2003, que redefine los besos y abrazos como sexuales y afirma que las personas con problemas de aprendizaje son incapaces de dar su consentimiento independientemente de que el acto implique coacción o no. Los opositores a esta ley la han atacado por traer de vuelta la eugenesia por la puerta de atrás bajo el disfraz de la exigencia de «consentimiento».[31]